¿Es posible determinar con acierto el día en que la probabilidad del embarazo es mayor? Es sabido que los días situados en la llamada ventana de fertilidad, aquellos días más próximos a la ovulación, las posibilidades de concepción se multiplican.
Hasta ahora, los estudios en ese sentido analizaban la temperatura basal o los cambios hormonales pero establecían las posibilidades de ovulación más que las de concepción propiamente dicha. Según la investigación, liderada por Julien Stirnemann, obstetra del Hôpital Necker – Enfants Malades (París, Francia), ese día es (redoble de tambores) el número 12 tras la última regla. Este es el resultado medio, ya que las mujeres mayores de 35 años tienden a concebir algo antes y las menores de 25, algo después.
El estudio ha sido publicado en la última edición de ‘Human Reproduction’. Lógicamente, quedan fuera del mismo las féminas que se han sometido a tratamientos de reproducción asistida, como la fecundación in vitro (FIV) o la inseminación artificial, en la que sí se puede establecer la fecha exacta de la concepción.
Desde la primera Ley de Reproducción Asistida que se publicó en España, en 1988, los ‘vientres de alquiler’ están prohibidos.
El llamado turismo reproductivo ha situado como destinos frecuentes a países como Estados Unidos, India o Ucrania. Hay países en los que la opción es viable, aunque con muchas restricciones, como es el caso de Reino Unido y Holanda.
Así, la gestación subrogada es posible para las mujeres sin útero, por enfermedades congénitas, como el síndrome de Rokytansky; afectadas por formas graves y no controladas de diabetes infarto-juvenil u otras patologías que desaconsejen la gestación y aquellas mujeres que, tras intentar y fracasar con las técnicas de reproducción asistida autorizadas actualmente (desde la inseminación artificial a la fecundación in vitro con donación de ovocitos) no tengan otra forma de ser madres.
El debate también está abierto en España y hay quien propone que, al menos en un primer momento, las madres que cedan su útero tendrían que ser familiares de las afectadas por infertilidad.
Aproximadamente una de cada cien mujeres embarazadas desarrolla una gestación ectópica. El embrión se ‘pierde’ en su camino hacia el útero y se desarrolla fuera del mismo, normalmente en los conductos que conducen hasta este órgano (aunque también puede ‘depositarse’ en otras zonas).
Se trata de embarazos que nunca son viables y que, según se ha descubierto recientemente, si ocurren en una primera gestación están asociados a una menor tasa de natalidad. Sin embargo, el último estudio publicado sobre este tema en ‘Human Reproduction’ compara por primera vez la fertilidad de las mujeres con embarazos ectópicos que se someten a las tres técnicas disponibles. La conclusión: su elección no influye en la futura fertilidad.
En el ámbito práctico, la principal consecuencia de este estudio es que algunas mujeres reacias a someterse a la opción más radical –la extirpación de la trompa de Falopio donde se empieza a desarrollar el feto- por miedo a no poder tener hijos, podrán hacerlo con tranquilidad: sus opciones futuras de ser madres serán iguales que si se someten a una cirugía conservadora (salpingostomía, en la que se retira el feto sin extirpar la trompa) o si simplemente siguen un tratamiento farmacológico abortivo con inyecciones de metotrexato.
El estudio consistió en el análisis de la fertilidad de 406 mujeres que habían sufrido un embarazo ectópico y que se dividieron en dos grupos. El primero eran féminas con embarazos menos activos, es decir, con menor riesgo de ruptura de las trompas de Falopio. El segundo lo componían aquellas mujeres que tenían el peor tipo de embarazo ectópico, el que suele hacer descartable la opción farmacológica.