Un equipo de científicos del laboratorio de Inmunología del hospital Gregorio Marañón y del Departamento de Química Orgánica de la Universidad de Alcalá ha desarrollado un gel que, aplicado ocho horas antes del encuentro sexual, podría inhibir el virus causante del Sida y frenar su expansión por el cuerpo humano.
La eficacia del compuesto se estima en el 100% si se combina con medicamentos retrovirales aunque, al no tratarse de un espermicida, los investigadores advierten de la posibilidad de que se produzca un embarazo. El gel, según resultados de las investigaciones, avalados por la Universidad de Harvard, no produce irritación vaginal y tampoco afecta a la fertilidad masculina.
El gel, de uso tópico y que aún está en fase pre-clínica, ha demostrado una eficacia del 85% en ratones; una eficacia que se ha elevado al 100% en experimentos in vitro cuando se ha combinado con un retroviral. No es tóxico y después de su aplicación en vagina y recto de personas sanas, se estima que ofrece una protección de hasta de 24 horas, durante las que se podrían mantener relaciones sexuales sin riesgo de contagio.
El dato se desprende de un estudio, “Educación nutricional en la menopausia”, que ha realizado el Consejo General de Colegio de Farmacéuticos. En el estudio han participado 2.500 farmacias de toda España y alrededor de 9.000 mujeres en edad climatérica, con una edad media de 54 años. La finalidad de esta encuesta ha sido hacer una valoración de los hábitos de alimentación de las mujeres que atraviesan las etapas anteriores y posteriores a la menopausia.
Del informe se desprende que, prácticamente, la mitad (48,3%) de estas mujeres padece obesidad o tiene sobrepeso; dos de cada tres encuestadas reconoce ingerir una cantidad de grasa superior a la recomendada y el 67% admite que no sigue la Dieta Mediterránea. Por otra parte, el tabaquismo afecta al 21,4% de las encuestadas y el 52,7% ha reconocido padecer alguna patología crónica (el 21% de los casos presentaba hipertensión arterial).
La encuesta también desvela que los síntomas que estas mujeres califican como severos en mayor proporción fueron la retención de líquidos, la sequedad de la piel y los problemas de insomnio. En España el inicio de la menopausia se sitúa en torno a los 49 años de edad, como media.
Existen muchos tópicos en torno a la donación de semen, un acto altruista que, lógicamente, es anónimo. Este anonimato es, precisamente, la fuente de muchos de los bulos y tópicos que rodean a los donantes de semen: ¿Quiénes serán los donantes? ¿Gente extraña, marginal? ¿Cualquiera puede ser donante?…
Nada más lejos de la realidad. La donación de semen es un proceso completamente reglado y sometido a unas exigencias de calidad muy por encima de la media, tal y como explicábamos en un post anterior. En el caso de Reproducción Asistida Bilbao, los requisitos son máximos y sólo uno de cada diez candidatos logra superar una prueba que, por ejemplo, exige una concentración de 70 millones de espermatozoides por mililitro (la Organización Mundial de la Salud sitúa este requisito en 15 millones) en semen de alta calidad, que es fundamental para conseguir las tasas máximas de embarazos que persiguen los profesionales centro de Reproducción Asistida Bilbao que lidera el Dr. Barrenetxea.
Pero volvamos a las dudas tópicas: ¿Quiénes son los donantes? ¿Gente extraña, marginal?… El perfil de los donantes de semen en Reproducción Asistida Bilbao coincide bastante más con el de Paúl, por ejemplo. Paúl es un joven bermeano, de 21 años de edad, estudiante de 3º de Ingeniería Industrial, al que el periodista de El Correo, Sergio Fernández, le ha dedicado un interesante reportaje en el diario. Paúl es un joven apuesto (se ve en la foto), de más de 1,90 de estatura, que practica la natación y el fútbol y que, sobre todo, tiene una genética extraordinaria. Pero en el caso de Paúl, lo más relevante no es todo esto, sino la sencillez con que entiende su función: «Sé que mi semen hará feliz a una pareja, heterosexual o no, o a una mujer que quiera afrontar la maternidad en solitario. Eso me llena«; y ello, con las ideas muy claras al respecto: «Yo les doy la genética, pero ser padre es otra cosa. Es educar, brindar tu amor; dejar una huella que no está necesariamente en el ADN«.