Por el Comité Editorial de Reproducción Bilbao
Desde hace ya algunos años, cada mes de marzo se conmemora el mes mundial de la endometriosis con el objetivo de concienciar e informar sobre una enfermedad que, a día de hoy, sigue siendo en muchos aspectos una gran desconocida para la medicina reproductiva. Una enfermedad que no tiene cura y que puede, incluso, afectar de forma grave a la fertilidad de las mujeres que la sufren en su fase más aguda. En España, más de dos millones de mujeres la sufren a diario y se calcula que afecta a una de cada diez a nivel mundial.
¿Qué es la endometriosis?
La enfermedad, cuyas causas siguen siendo desconocidas, aparece cuando el endometrio se encuentra fuera de la cavidad endometrial, provocando intensos dolores durante la menstruación e incluso un dolor pélvico que puede llegar a ser crónico en el peor de los casos, debiendo recurrir a la cirugía en los casos más graves, a pesar de no poder garantizar que con ello no se reproduzca en el futuro.
Uno de los grandes problemas con el que nos encontramos en nuestras consultas es el desconocimiento y la falta de concienciación de los síntomas por parte de las mujeres, confundiendo el dolor provocado por la endometriosis con un dolor agudo de los síntomas menstruales.
Desde Reproducción Bilbao, siempre insistimos en la importancia de que, a la menor duda, las mujeres se pongan en manos de profesionales para realizar las pruebas diagnósticas pertinentes y, en el mejor de los casos, descartar la enfermedad y buscar el origen del dolor o poder tratar la enfermedad lo antes posible para mitigar al máximo su impacto en el día a día de la paciente.
¿Puedo quedarme embarazada si tengo endometriosis?
Una de las principales consecuencias de la endometriosis es la infertilidad, ya que ésta, en un estado avanzado puede llegar a afectar a los ovarios. Aproximadamente, el 50% de las mujeres afacetadas no podrá quedarse embarazada de forma natural.
En este sentido, los tratamientos de Reproducción asistida y más en concreto la preservación de la fertilidad son un gran aliado para ayudar a conseguir el embarazo.
Gracias a la vitrificación de los óvulos, preferiblemente antes de los 35 años, las mujeres pueden elegir el mejor momento para ser madres sin que sus ovocitos pierdan su calidad, por lo que, una vez diagnosticada la enfermedad, se presenta como una garantía de futuro.
En los casos en los que la calidad de los óvulos no sea la deseada, o incluso la reserva ovárica se vea afectada, bien por la propia edad o a consecuencia de la enfermedad, la Fecundación in Vitro permite seleccionar aquellos óvulos que muestren mejores condiciones para fecundarlos posteriormente en el laboratorio.