Por Olivia De Prado.
«Porque la vida no nos pide llegar en primer lugar siempre, lo que nos pide es no rendirnos nunca».
Oscar Chapital.
He querido empezar el post de esta semana con esta frase de Oscar Chapital, porque me gustaría que formara parte de tu proceso. No te rindas, adáptate a las circunstancias que te acompañan.
La capacidad de adaptarse a las circunstancias de una manera eficaz se denomina RESILIENCIA.
Las personas más resilientes tienen mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, como puede ser la Infertilidad. Esto les permite tener una sensación de control frente a los acontecimientos, una mayor capacidad para afrontar retos, sobreponerse a contratiempos e incluso resultar fortalecido por éstos.
Está en tu mano potenciar tu resiliencia… ahora mismo te encuentras en un momento difícil de tu vida, no consigues ese embarazo tan deseado y estás sufriendo por ello, pero te propongo que busques en tu interior. Todos tenemos la capacidad de afrontar los obstáculos de manera exitosa. MÁS DE LO QUE SOSPECHAMOS. Tú también puedes.
Si trabajas la resiliencia tendrás mayor sensación de control, podrás hacer frente a las dificultades que vayan apareciendo en la búsqueda de tu hijo, conseguirás sobreponerte a los contratiempos que surjan, como una beta negativa o un aborto y saldrás fortalecida de esta situación. Aunque ahora te parezca mentira, lo sentirás así. Te lo digo por experiencia. Mirando atrás, puedo recordar perfectamente cada disgusto, cada batalla perdida, cada intento fallido, pero he aprendido muchas cosas, entre ellas la más importante, he aprendido a superar mis miedos.
Uno se los principales impedimentos para seguir adelante es el MIEDO. Pensamos que no vamos a ser capaces de afrontar una situación determinada. Pero en nuestro interior tenemos la fuerza suficiente para superarnos, solo tenemos que buscarla, encontrarla y utilizarla.
El cerebro está preparado para la supervivencia. A veces podemos pensar, “si me pasa tal cosa, me muero”, por ejemplo, “si nunca llego a tener hijos, no podré ser feliz” …. Pero sabemos que nadie se ha muerto por esto…se sufre mucho, nadie mejor que tú lo sabe, pero el ser humano tiene la capacidad de superar las adversidades, e incluso salir fortalecido de los sucesos traumáticos.
Si quieres empezar a trabajar tu resiliencia, son 4 las fases por las que has de pasar.
1. ACEPTACIÓN DE LA REALIDAD
Las preguntas “¿por qué me tiene que pasar esto a mí?”, no tienen respuesta. Se trata de no bloquearte ante las dificultades. Acepta la realidad y con ella toma decisiones para seguir adelante. No solucionaras nada dando vueltas al mismo asunto y revolviéndote en “tu fango”. Sal de ahí y elige tu camino.
2. ADAPTACIÓN
No te enfoques en lo que has perdido o no conseguido, sino en lo que te queda por conseguir, y cómo puedes hacerlo.
Por ejemplo, si te han comunicado que con tus propios gametos será difícil tener un hijo, y decides poner fin a la búsqueda por miedo a lo desconocido, como puede ser la adopción de cualquier tipo (de óvulos, de embriones o de un niño nacido), no tendrás más opciones de poder conseguir lo que tanto has deseado, tu hijo. En cambio, si ves que aún tienes camino por recorrer y que existen otras maneras que te permiten ser madre, y te permites valorar otras posibilidades, puedes llegar a conseguirlo.
3. SOBREPONERSE A LAS DIFICULTADES
Para ello tendrás que poner en marcha todos los recursos con los que cuentas y tendrás que hacer todo lo que esté en tu mano. Tendrás que decidir pasar a la acción. Hacer frente a las dificultades te ayuda a sentirte mejor, porque te da sensación de control de la situación.
Si has decidido que quieres seguir adelante con tu tratamiento, deja atrás lo que ya has pasado y céntrate en el nuevo ciclo. Sé plenamente consciente de cada momento de esta nueva etapa, vive el presente mirando hacia el futuro. Y no pierdas de vista tu objetivo: tu hijo.
4. SALIR FORTALECIDO DE LA ADVERSIDAD
Después de pasar por esta situación, serás más fuerte, superarás tus miedos, y te sentirás satisfecha por ello. Aprenderás a valorar en la vida las pequeñas cosas que antes no apreciabas. Porque te darás cuenta de lo que de verdad importa.
Las mujeres que pasamos por una situación de infertilidad, y que hemos deseado tanto tener en nuestro regazo a nuestro hijo, cuando por fin lo podemos abrazar, apreciamos al máximo cada mínimo detalle.
Tienes que sentirte orgullosa por todo lo que estás consiguiendo.
No importa que no llegues la primera, pero no te rindas nunca.