Son muchos los factores que pueden afectar a que una mujer no consiga quedarse embarazada. Desde problemas relacionados con la calidad de sus óvulos, sufrir algún tipo de problema que altere su ciclo menstrual o dificulte la ovulación, problemas fisiológicos que dificulten el recorrido por las trompas… y así una amplia de variedad de problemas que hemos abordado en anteriores ocasiones.
Sin embargo, hay un pensamiento muy común y habitual por el que siempre asociamos que una mujer tenga la regla con su capacidad para ovular y quedarse embarazada, aunque esto no siempre sea cierto.
Os lo explicamos a continuación.
Anovulación, ¿puedo tener la regla y no producir ningún óvulo?
Llamamos anovulación al proceso por el cual los ovarios de una mujer, a pesar de tener la menstruación, son incapaces de liberar un óvulo, por lo que la fecundación es, por tanto, imposible.
Esta ausencia de liberación de los óvulos suele deberse a algún tipo de desequilibrio hormonal y puede ser tanto una situación puntual, por ejemplo, por un descenso radical de peso, o bien presentarse de forma crónica, caso en el que requeriría un estudio en mayor profundidad.
¿Cuáles son los principales síntomas de la anovulación?
Es importante no confundir anovulación con amenorrea, es decir, la falta absoluta de menstruación, a pesar de que pueda ser uno de sus síntomas.
Por lo general, las mujeres que son diagnosticadas con anovulación muestran ciclos menstruales completamente irregulares, llegando incluso a no tener la regla.
Otro de los síntomas más evidentes son los sangrados anormales durante el periodo. Además, es relativamente común que las mujeres con anovulación no presenten el moco cervical característico de los días más fértiles.
En cuanto al diagnóstico de esta patología, es necesario realizar una exploración tanto física como del historial clínico de la paciente, al margen de diferentes ecografías y analíticas, así como pruebas de ovulación.
¿Cuáles son las principales causas para que se produzca la anovulación?
Como hemos mencionado anteriormente, por lo general, las causas que provocan esta falta de ovulación se deben a situaciones puntuales y pasajeras que pueden tener solución.
Las causas más frecuentes por las que se produce esta situación son las siguientes:
- Problemas relacionados con el estrés: sabemos que el estrés es uno de los enemigos de la fertilidad, tanto masculina (afectando a la calidad del semen) como femenina. En ese caso, un estrés continuado puede ser causante de la ausencia de ovulación.
- Obesidad o sobrepeso: un peso excesivo se relaciona con posibles desequilibrios hormonales que pueden afectar a la correcta ovulación en la mujer.
- Pérdida excesiva de peso: un rápido descenso en nuestro peso que haga que baje de forma radical nuestro Índice de Masa Corporal, puede afectar al proceso por el cual se liberan las hormonas necesarias para la ovulación. También puede suceder en los casos en los que se practica ejercicio de forma excesiva.
- SOP: el Síndrome de Ovario Poliquístico es una de las causas más frecuentes. En este caso encontramos ovarios más grandes de lo habitual y con varios folículos en la periferia que llegarán a madurar.
- Insuficiencia Ovárica Precoz: tiene lugar cuando, de forma previa a la llegada de la menopausia, los ovarios dejan de funcionar.
¿Puedo quedarme embarazada si padezco anovulación?
En la mayoría de ocasiones, los problemas relacionados con esta ausencia de ovulación se deben a factores puntuales que pueden ser corregidos.
Es importante regular nuestro peso a través de una dieta y unos buenos hábitos saludables. En los casos en los que se presente un bajo peso por un exceso de deporte, será igualmente necesario moderar esta práctica y controlar nuestro peso. Igualmente, deberemos aprender a controlar o rebajar nuestros niveles de estrés si se sospecha que pueden ser la causa de la ausencia de ovulación.
No obstante, si este problema persiste con el tiempo, el especialista puede recomendar que se induzca a la ovulación a través de cierta medicación, sin necesidad de recurrir a procedimientos de reproducción asistida.
Por último, pueden darse los casos en los que no se identifique de forma clara las causas que lo provocan o se deba a algún factor severo. En estos casos, y en función de las pruebas que se realicen a ambos miembros de la pareja y los resultados, la reproducción asistida es la mejor alternativa para lograr el embarazo.