Por el Comité Editorial de Reproducción Bilbao
Según los datos publicados por Sociedad Española de Fertilidad (SEF), cerca de 600.000 parejas se ven afectadas en España por problemas de infertilidad.
Pese a ser una realidad cada vez más normalizada en nuestra sociedad, la reproducción asistida sigue, hoy en día, siendo un tema tabú para muchos pacientes, algo que ocultan incluso en sus círculos más cercanos o se limita al entorno familiar, y que muchas veces se debe a preguntas como ¿por qué a mí?, ¿qué hemos hecho mal?, ¿por qué a nosotros?….
Pero nada más lejos de la realidad. Factores como el retraso en la edad de la maternidad, debido en muchas ocasiones a cuestiones laborales, la falta de tiempo para planificar el momento adecuado para el embarazo, o incluso problemas ambientales, como reflejan los últimos estudios, son algunos de los problemas que hacen de la medicina reproductiva un servicio cada vez más demandado en nuestros días.
A pesar de que la ciencia evoluciona en este sentido a una velocidad de vértigo, muchas veces este cambio no acompaña en nuestra sociedad. Nunca debemos olvidar que el fin único de la reproducción asistida es ayudar a todas esas mujeres y parejas a cumplir su sueño de poder formar una familia.
Doctor, ¿tenemos un problema?
Desde hace algunos años, la Organización Mundial de la Salud reconoce la infertilidad como una enfermedad, hecho que ayuda a normalizar todavía más este hecho. A pesar de no ser algo fácil de asumir, algo que puede no resultar cómodo de explicar, no hay ningún motivo para avergonzarse de ello.
Pero, ¿por qué a veces no resulta sencillo? Probablemente la culpa la tenga nuestra propia sociedad. Si pensamos cómo era hace 30 años, parece que el papel de la mujer estaba destinado a la crianza, pero, por suerte, cada vez las mujeres tienen un papel más protagonista, son valientes, fuertes, líderes, deciden cuando es el momento en el que quieren ser madres, o serlo incluso sin pareja.
En el caso de los hombres, ¿qué es de ese pensamiento que siempre asociaba la fertilidad a la masculinidad? Nada más lejos de la realidad.
Por suerte, con el paso del tiempo y la modernización de la sociedad, poco a poco van desapareciendo estos estigmas.
A pesar de ello, de que cada vez sea un tema que está más presente en las tertulias, en los medios de comunicación, en las noticias…sabemos que aún queda un largo camino por recorrer.
Puede que la falta de información sea también una de las razones por las que se haga difícil hablar del tema. En la mayoría de las ocasiones, esa necesidad de información, tanto sobre los propios tratamientos, como información para las mujeres que desean retrasar el momento de la maternidad, o incluso sobre cómo se vive todo el proceso a nivel emocional, sólo se presenta llegado el problema.
Aunque es cierto que nadie dice que sea fácil asumir un problema de este tipo, informarse, hablar con los propios especialistas, dejarse asesorar por las unidades de apoyo psicológico y perder el miedo a preguntar, son los primeros pasos para normalizar la situación y aceptar que pese a tener un problema, tenemos la solución.