Hace no muchos años, resultaba extraño hablar de los nuevos modelos de familia alejados del estereotipo hombre y mujer.
Si entonces nos referíamos especialmente a las parejas formadas por dos mujeres, o a las mujeres que buscan formar su propia familia sin tener pareja, en la actualidad, no debemos menos que tener en cuenta de igual manera a los pacientes transgénero que buscan cumplir con su deseo reproductivo.
En todo caso, y en especial las primeras, poco a poco, parece que la diversidad familiar ha ido ocupando su espacio en la sociedad y, aunque es cierto que todavía queda un largo camino que recorrer en materia de derechos, reconocimiento e igualdad, son modelos de familia cada vez más normalizados.
En relación con la maternidad en solitario, según el último informe publicado por la SEF (Sociedad Española de Fertilidad) se ha duplicado en los últimos años el número de tratamientos realizados, pasando de cerca de un 4,5% del total de los tratamientos que se realizan, al 8% actual.
En nuestro artículo vamos a profundizar en las opciones reproductivas para estas mujeres que toman la firme decisión de buscar el embarazo sin pareja y en cómo, desde Reproducción Bilbao, les acompañamos en todo el proceso de maternidad.
Quiero ser madre sin tener pareja. ¿Cuáles son mis opciones para lograr el embarazo?
La decisión de buscar el embarazo sin tener pareja es un propósito personal que refrenda, además, el firme deseo de ser madre. Un sueño que muchas mujeres, y muchas de nuestras pacientes así nos lo dicen, tienen desde que son pequeñas. Una ilusión que están dispuestas a cumplir sí o sí.
Es importante también, hacer hincapié y destacar que estas mujeres no tienen motivo para presentar ningún problema relacionado con su fertilidad o, al menos, ninguno diferente al resto de mujeres. En este caso, simplemente es necesario que recurran a una clínica de reproducción asistida para lograr su embarazo.
Llegados a este punto, los tratamientos más comunes para lograr su embarazo son la Inseminación Artificial (IA) y la Fecundacón in Vitro (FIV), en ambos casos con la muestra de semen de un donante seleccionado previamente.
El primero de ellos, la Inseminación Artificial, es un tratamiento relativamente sencillo. De hecho, podemos decir que es el más parecido a la reproducción humana.
Para realizar el tratamiento, además, es posible aprovechar el ciclo natural de la mujer. Para ello, se realizará un seguimiento del propio ciclo para determinar el momento en el que tiene lugar la ovulación y transferir la muestra de semen, previamente capacitada al interior del útero a través de una fina cánula.
También es posible realizar un ciclo estimulado en el que la paciente recibe cierta dosis de medicación para estimular la producción de óvulos y aumentar, así, las probabilidades de lograr el embarazo.
Por otra parte, los tratamientos de Fecundación in Vitro (FIV) consisten en la fecundación de los óvulos con la muestra de semen del donante en nuestro laboratorio para obtener los embriones que serán posteriormente transferidos a la paciente.
Los embriones que obtenemos permanecerán hasta su 5º día de desarrollo en nuestros incubadores Embryoscope Plus en las mismas condiciones en las que se encontrarían en el útero materno, siendo monitorizados por nuestras embriólogas durante esos días.
Pasado ese tiempo, los embriones son analizados genéticamente para descartar aquellos que puedan presentar anomalías y seleccionar sólo aquellos con opciones de lograr el embarazo.
Para poder realizar un tratamiento de Fecundación in Vitro, la paciente recibe medicación para estimular la producción de óvulos y obtener el mayor número posible para que sean fecundados en el laboratorio, así como medicación posteriormente para estimular la receptividad de su endometrio de cara a la transferencia embrionaria.
En el caso de que no fuera posible realizar el tratamiento con sus propios óvulos, es posible realizarlo también con el óvulo seleccionado de una donante.
Ser madre en solitario, una decisión valiente y llena de amor
La decisión de ser madres sin tener pareja es una decisión valiente y llena de amor y compromiso hacia el futuro bebé. Y lo decimos con todas las palabras.
Hoy en día, existen asociaciones y colectivos que trabajan para conseguir el reconocimiento y la igualdad de las familias monoparentales. Es conocido que aún queda un camino por recorrer, por lo que, a nuestro juicio, es un valor más añadido para las mujeres que buscan crear su propia familia.
En nuestra opinión, además, ser madre sin tener una pareja no es sinónimo de serlo en solitario, término que se ha utilizado, y se utiliza durante mucho tiempo.
Por la experiencia que nos trasladan nuestras pacientes, vemos como sus familias y su entorno más cercano se vuelcan muchas veces en sus cuidados durante el tratamiento y el embarazo y luego en la ayuda de los cuidados del bebé.
Pero al margen, en Reproducción Bilbao contamos con los profesionales de nuestra Unidad de Apoyo emocional para ayudar, escuchar y guiar a la paciente en todo lo que necesite durante el tratamiento, incluso para trabajar junto a ella las dudas que le puedan surgir sobre cómo afrontar el embarazo, el nacimiento del bebé o cómo gestionar las preguntas alrededor de la ausencia de la figura paterna.
Trabajamos no solo para ayudaros, también para que entendáis que en Reproducción Bilbao estamos a vuestro lado en todo momento y para todo lo que necesitéis.