Fecundación in Vitro

La Fecundación in Vitro (FIV) consiste en la fecundación de un ovocito en el laboratorio (in Vitro) mediante diferentes procedimientos (FIV convencional, ICSI) y la transferencia intrauterina del embrión resultante en el interior del útero. Incluyendo todas las variables posibles derivadas de la FIV (utilización de semen propio o de donante, utilización de ovocitos propios o de donante, realización de un diagnóstico genético de los embriones).

Se trata del procedimiento más frecuentemente realizado en los centros de reproducción asistida, y es sin duda el de mayor tasa de éxito. Incluyendo de nuevo todas las opciones, las posibilidades acumuladas de una mujer de acabar consiguiendo un embarazo a término son de un 90%.

La Fecundación in Vitro con ovocitos propios consta de las siguientes etapas.

  • Estimulación ovárica: Consiste en la autoadministración por parte de la mujer de un tratamiento para estimular los ovarios con el objetivo de obtener un número adecuado de ovocitos. La estimulación dura entre 8 y 10 días, durante los cuales se realizan 2 o 3 ecografías.
  • Obtención de los óvulos: Una vez conseguido un desarrollo adecuado de los folículos mediante la estimulación ovárica, se procede a la punción de los ovarios. Tal procedimiento se realiza por vía vaginal, bajo control ecográfico y puede realizarse con anestesia local o sedación. Dura aproximadamente 10 minutos y no requiere ingreso hospitalario.
  • Fecundación: Los ovocitos obtenidos pueden ser fecundados mediante fecundación clásica (FIV) o mediante inyección intracitroplasmática de los espermatozoides (ICSI). Los ovocitos son introducidos en un incubador adecuado (Embryoscope+™) en el que son monitorizados de forma continua. Los embriones fecundados se desarrollarán a lo largo de los días sucesivos y serán seleccionados bien mediante criterios morfocinéticos o criterios genéticos (diagnóstico genético preimplantacional de aneuploidías, DGP) para su transferencia al interior del útero materno.
  • Transferencia intrauterina: El embrión erá transferido mediante un fino catéter al interior del útero materno. Tal procedimiento no requiere anestesia y no implica una molestia superior a una revisión ginecológica normal.

El proceso completo dura un máximo de 14-16 días y el número de visitas a la clínica son dos (para las ecografías de control), una para la punción (con acompañamiento de la pareja si se utiliza semen de la propia pareja) y una para la transferencia.

La prueba de embarazo (incluida en el tratamiento) se efectuará en 10-12 días. De esta forma en menos de un mes, la mujer sabrá si está o no embarazada.