Por el Comité Editorial de Reproducción Bilbao
Por lo general, existe todavía un gran desconocimiento respecto a la fertilidad y la Reproducción Asistida.
La Medicina Reproductiva constituye una disciplina relativamente joven. Lo que fue inicialmente desarrollado para superar aquellos casos de infertilidad asociado a la obstrucción de las trompas de la mujer y posteriormente para superar situaciones con muy mala calidad seminal, se aplica en la actualidad para múltiples situaciones que, incluso, no se asocian a la infertilidad (conservación de ovocitos por razones médicas, evitación de transmisión de enfermedades)..
En este sentido, y a pesar de que podemos encontrar muchos consejos y recomendaciones simplemente navegando por internet, es esencial que los consejos siempre vengan de un profesional y estar apoyados sobre una base científica sólida.
¿Reduce el análisis genético del embrión el riesgo de aborto en los tratamientos de Reproducción Asistida?
La evolución que ha mostrado la investigación en el campo de la genética durante los últimos años es realmente sorprendente y positiva.
El estudio genético, en sus múltiples variantes, aplicado a la Reproducción Asistida, no es una excepción.
Una de las posibilidades que la genética ofrece es la posibilidad de analizar los embriones generados en un proceso de fecundación in vitro, para seleccionar aquel embrión con las máximas posibilidades de implantación y evolución posterior. Se trata de reducir las posibilidades de aborto y aumentar la probabilidad de que el embarazo sea evolutivo. Hablamos del test de diagnóstico preimplantacional para aneuploidías (anomalías cromosómicas).
Además, la selección embrionaria de embriones euploides (con una dotación cromosómica normal), permite la transferencia de un solo embrión, reduciendo así el riesgo del embarazo múltiple y sus posibles consecuencias.
¿Cuáles son los beneficios del Test Genético Preimplantacional?
El Test o Screening Genético Preimplantacional, también conocido por sus siglas PGT, es el estudio genético de los embriones con el objetivo de descartar aquellos que tienen menos posibilidades de ser evolutivos. De esta forma se reduce el porcentaje de fracasos en el embarazo.
Con ello, además, tratamos de reducir el número de intentos en los tratamientos de Reproducción Asistida para conseguir un embarazo evolutivo.
Aunque tradicionalmente se indica en mujeres a partir de los 38 años, en Reproducción Bilbao lo indicamos de forma sistemática ya que a cualquier edad existe un porcentaje de embriones con anomalías incompatibles con el desarrollo del embarazo.
¿Por qué transferir un único embrión?
La transferencia de un único embrión reduce tanto los embarazos múltiples como los posibles efectos de los embarazos múltiples tanto para la salud de los bebés como de las futuras madres.
La evolución que ha mostrado la investigación en el campo de la genética aplicada a la Reproducción Asistida nos permite mejorar y perfeccionar los tratamientos en todos los procesos, tanto de estimulación ovárica como de laboratorio de Fecundación In Vitro, perfeccionando la selección de los mejores embriones para transferirlos a la paciente como parte de un tratamiento.
En este sentido, técnicas como elTest Genético Preimplantacional nos permite descartar aquellos embriones que presentan anomalías cromosómicas que pueden interferir en el desarrollo del futuro bebé. Todo ello, unido a la utilización de incubadores con tecnología timelapse, nos permite seleccionar el embrión más capacitado y conseguir las mejores tasas de embarazo.
Los embarazos múltiples pueden suponer una serie de complicaciones o riesgos tanto para la madre como para los futuros bebés.
Entre las principales complicaciones asociadas a la madre, destacan:
- Aumento del número de cesáreas.
- Desarrollo de un trastorno hipertensivo del embarazo (gestosis).
- Ruptura prematura de membranas.
- Posibilidad de parto prematuro.
- Hemorragias post-parto.
En lo que afecta al recién nacido, los embarazos múltiples pueden provocar:
- Alto riesgo de nacimiento prematuro.
- Defectos congénitos.
- Bajo peso en el momento del nacimiento.
- Retraso en el crecimiento intrauterino.