Reproducción Asistida Bizkaia
Por Gorka Barrenetxea
Director Médico de Reproducción Bilbao
Profesor Titular de Ginecología y Obstetricia de la UPV/EHU
Quiero embarazarme y no lo consigo. ¿Qué puedo hacer?
Esta es la pregunta que se hacen muchas mujeres, muchas parejas, cuando tras haber tomado la decisión de tener un niño, eliminan las medidas de protección frente al embarazo y, usualmente, van al ginecólogo para la realización de un chequeo y recibir las instrucciones pertinentes sobre la toma de vitaminas, ácido fólico u otros complementos.
Pero el tiempo pasa. Se mantienen con cierta regularidad y en no pocas ocasiones con ciertas y variopintas “liturgias” las relaciones sexuales que buscan la consecución de un embarazo. Lo que al principio parecía fácil, se va tornando difícil. Lo que al principio era divertido se convierte en una pesadilla. Se empieza con relaciones no programadas pero, en base a que ciertas amigas hacen esto o aquello o que he leído esto o aquello en internet, se sigue con la realización de diferentes tests de ovulación, con la “obligación” de mantener relaciones en determinadas fechas y momentos, en determinadas “posturas”, tomando diferentes complementos supuestamente fertilizantes,… En fin, haciendo un montón de cosas que inicialmente eran impensables para la pareja y que son, en definitiva, ineficaces.
Lo cierto es que cuando no conseguimos un embarazo mediante reproducción natural, lo correcto es la realización de una evaluación integral, completa por parte de un equipo especializado en reproducción asistida.
Dos cosas antes de seguir.
Primera: hablamos de reproducción natural no eficaz, no de esterilidad. Que una pareja no consiga un embarazo en un tiempo concreto (pongamos un año de relaciones sexuales no protegidas) no significa que la pareja sea estéril. Significa que puede haber alguna dificultad subyacente que esté, de hecho, limitando (no eliminando) las posibilidades de embarazo.
Segunda: cuando nos referimos a una evaluación completa e integral no significa, en absoluto, que se hayan de realizar pruebas costosas, largas o molestas. Los indudables avances en reproducción asistida han permitido simplificar extraordinariamente tal evaluación. Un centro de alto nivel es capaz en la mayor parte de ocasiones de llegar a un diagnóstico y a una eventual propuesta de tratamiento en un máximo de dos visitas médicas. De esta manera, se evitarán los supuestos “remedios” para conseguir un embarazo y se llegará a propuestas realmente eficaces.
Y ¿cuánto tiempo debo esperar para acudir a un centro especializado? Cuando las posibilidades de embarazo manteniendo el mismo esquema (relaciones sexuales) sean bajas. Y lo son en mujeres por debajo de los 35 años de edad cuando ha pasado un año aproximadamente. No obstante, en ciertas situaciones, no deberíamos esperar tanto. Si la mujer tiene antecedentes de infecciones genitales internas, ha sufrido alguna cirugía abdominal (quistes de ovario, apendicitis, etc.) o sepa que tiene una endometriosis, un periodo de 6 meses de no consecución de un embarazo es suficiente para aconsejar la realización de una evaluación. De la misma forma, si la mujer tiene más de 35 años de edad debería valorar la realización de un estudio si no ha conseguido un embarazo en 6 meses de relaciones sexuales no protegidas.
Una evaluación profesional, conlleva una propuesta eficaz. Llegaremos, en definitiva, a la consecución de un embarazo en un tiempo razonable eliminado de esta forma el estrés que acompaña con mucha frecuencia todo el proceso previo.
Dejaremos para otro post, los tipos de tratamientos que pueden ser propuestos en diferentes situaciones.