Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la natalidad ha caído un 27,3% en España en la última década.
Hoy en día, la media de edad en la que una mujer tiene su primer hijo se sitúa en 32 años, dato que coloca a España muy por encima de otros países europeos y que implica, además, que en muchas ocasiones una familia no llegue a tener a su segundo hijo.
Sin duda, es un dato preocupante y que debe ser tenido en cuenta.
No podemos obviar que la sociedad ha evolucionado notablemente durante los últimos años. Vivimos un cambio en muchos planos de nuestra vida personal que hace que muchos aspectos de nuestra vida se retrasen cada vez más, desde el fin de los estudios, la inserción en el mercado laboral e incluso encontrar una pareja estable con la que formar un proyecto de vida en familia.
En este sentido, las dificultades para conciliar la vida familiar y laboral y los problemas económicos son dos de las principales razones que esgrimen muchas mujeres y parejas para retrasar el momento del embarazo.
Problemas en el embarazo relacionados con el retraso de la maternidad:
Aunque a día de hoy sabemos que es una situación irreal, lo cierto es que la edad más fértil para una mujer oscila entre los 20 y 24 años. Durante estos años es cuando mayor probabilidad tendrá de lograr el embarazo de forma natural.
Con las cifras actuales, es importante destacar que, a partir de los 35 años, los embarazos pueden empezar a considerarse de riesgo.
Este hecho está relacionado directamente con la calidad de los óvulos de las pacientes. Como os hemos contado en anteriores ocasiones, a partir de los 35 años la calidad y cantidad de los óvulos comienza a decrecer, pronunciándose este hecho a los 37 y siendo alarmante a partir de los 40 años, por lo que según avanza la edad, resulta más difícil el embarazo sin tener que recurrir a las técnicas de la reproducción asistida.
Los principales riesgos que encontramos en los embarazos tardíos son:
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- Mayor número de abortos espontáneos
- Aumento de los partos por cesárea.
- Aumento del riesgo de que el bebé nazca con algún tipo de anomalía cromosómica.
Preservación de la fertilidad, un seguro para retrasar el momento de la maternidad
Gracias a la vitrificación de ovocitos, las mujeres pueden decidir cuál es el mejor momento para buscar un embarazo. De esta manera, al preservar sus ovocitos, las posibilidades de embarazo en caso de recurrir a la reproducción asistida son las de la edad a la que se preservaron los ovocitos
La preservación de óvulos, cobra todavía más importancia cuando una mujer ha de ser sometida a tratamientos, como los oncológicos, por ejemplo, que puedan comprometer su fertilidad futura.
Fecundación in Vitro con óvulos de una donante
El aumento en la edad del embarazo hace que sea más difícil conseguirlo de forma natural, ya que, como hemos dicho, según avanza la edad de la mujer, la calidad y cantidad de sus óvulos comienza a descender.
La ovodonación, es una técnica de reproducción asistida gracias a la cual una mujer con problemas para conseguir el embarazo puede hacerlo gracias a los óvulos de una donante.
El tratamiento de ovodonación es muy similar a una Fecundación in Vitro, con la diferencia de que, de forma previa, se deben seleccionar los óvulos de donante que serán fecundados con el semen de la pareja, en caso de tenerla, y transferidos a la paciente posteriormente
Las tasas de éxito de los tratamientos con donación de óvulos son elevadas y, generalmente, mejores a los de la FIV con óvulos propios. La principal razón de esta mejoraría en el porcentaje de éxito es la calidad de los óvulos, pues proceden de mujeres jóvenes y sanas.