Durante los días 26 y 27 de septiembre se ha celebrado en Valladolid el XV Foro Norte de Reproducción. Se trata de una reunión en la que especialistas de reproducción asistida, tanto en su vertiente clínica como embriológica, realizan una puesta en común sobre diferentes temas relacionados con la especialidad. En esta ocasión, los temas de discusión han sido fundamentalmente dos: la baja respuesta ovárica y la conveniencia de la transferencia embrionaria en fresco o diferida.
Todo proceso de reproducción asistida basado en la fecundación in vitro se inicia con la llamada hiperestimulación ovárica controlada. Se trata de obtener un número adecuado de ovocitos para conseguir la máxima eficiencia del procedimiento. Sin embargo, la respuesta ovárica es baja en algunas mujeres. Esto es, se obtiene un número limitado de ovocitos, con la consiguiente disminución en las probabilidades de embarazo. Esta baja respuesta puede ser una consecuencia del envejecimiento ovárico, pero no siempre ocurre así, ya que también puede producirse en mujeres jóvenes.
Por este motivo es importante diferenciar la baja respuesta del envejecimiento ovárico. Y aunque el pronóstico reproductivo es peor con una respuesta baja (con respecto a la considerada respuesta normal), hemos de diferenciar entre cantidad y calidad. Por lo tanto, no es lo mismo una baja respuesta con una calidad ovocitaria adecuada -circunstancia que permite plantear diferentes opciones terapéuticas-, y una baja respuesta asociada con baja calidad, en cuyo caso la propuesta terapéutica más razonable sería la utilización de ovocitos de donante. En la reunión del Foro Norte yo abordé esta cuestión desde un punto de vista clínico y la Doctora Laura Peinado, desde una perspectiva embriológica.
En la cita pucelana también se abordaron otros temas, de gran interés y actualidad en el campo de la reproducción asistida. Entre ellos, un avance de indudable importancia producido en los últimos años. Me refiero a la posibilidad de preservar embriones, e incluso ovocitos, mediante un proceso de vitrificación. Explicado de una manera sencilla, la vitrificación consiste en una congelación ultrarrápida y uno de los efectos más importantes es que la calidad embrionaria no se ve afectada. Ello permite programar las transferencias en los ciclos de fecundación in vitro para evitar, por ejemplo, casos de síndrome de hiperestimulación ovárica severa. Un tema muy interesante, sobre el que volveremos en otra ocasión.
Gorka Barrenetxea es Director Médico de la Clínica de Ginecología y Reproducción Asistida Praxis Bilbao.