He tenido la ocasión reciente de participar como chairperson, en la presidencia de una mesa en el Congreso que la International Society for Fertility Preservation (ISFP) ha celebrado en Valencia entre el 7 y 9 de noviembre de 2013. La ISFP es una sociedad científica joven -este ha sido su tercer congreso-, en una línea de crecimiento imparable. Casi 500 participantes, provenientes de 47 países, dan testimonio del dinamismo de esta sociedad y de la capacidad de convocatoria de los coorganizadores, los profesores Pedro Barri y Antonio Pellicer. Por ello, quiero extender mi felicitación a ambos, en representación de todo el comité organizador.
El congreso ha servido para poner al día todas las opciones de preservación de la fertilidad: desde la vitrificación ovocitaria o embrionaria hasta la criopreservación de tejido ovárico, pasando por la protección del ovario frente a los tratamientos oncológicos. En un plazo de tiempo relativamente corto, estas opciones se completarán con novedades apasionantes que pueden suponer un avance en materias como la del trasplante de útero, de lo que también se ha discutido en el congreso.
Yo tuve el honor de compartir, junto con el profesor Jacques Donnez, la mesa presidencial de la segunda sesión científica dedicada a las estrategias de preservación de la fertilidad ante un cáncer. Es un tema de interés creciente, como consecuencia del retraso progresivo de la edad en que una mujer decide tener descendencia. Desde hace algunas décadas, aumenta el número de mujeres que son diagnosticadas o se ven sometidas a un proceso oncológico antes de completar su deseo de descendencia. Afortunadamente, la mejora en los tratamientos de los diferentes tipos de cáncer está consiguiendo un porcentaje creciente de éxito en la remisión completa del cáncer. A pesar de ello, algunos de estos tratamientos de éxito para la curación pueden conllevar efectos secundarios, entre ellos, la esterilidad.
Por el Comité Editorial de Reproducción Bilbao
“Quiero embarazarme como sea. Llevo cuatro años entre pruebas, tratamientos, más pruebas y más tratamientos. Ni siquiera recuerdo todo el dinero que he empleado en este proceso. Me da igual tener un niño o tres, pero lo que quiero es embarazarme.”
Seguro que hay mujeres que se ven reflejadas en la introducción de este post, aunque, afortunadamente, cada vez son menos, porque las tasas de éxito en la reproducción asistida son cada vez más altas. Unas tasas de éxito que cualquier mujer interesada en el tema pude conocer gracias al Registro de Actividad de la Sociedad Española de Fertilidad, que contiene los datos de los centros de reproducción asistida.
Escribo este post como complemento a un post anterior, referido a la V Reunión del Comité de Registros de la Sociedad Española de Fertilidad, celebrada recientemente en Madrid. Hay unos datos en este registro que no me resisto a comentar.
Por el Comité Editorial de Reproducción Bilbao
¿Es cierto todo lo que me dicen en un centro de reproducción asistida? ¿Son todos los centros iguales? ¿Hay forma de distinguirlos?… Cuando una mujer o una pareja desea un embarazo y no lo consigue le asaltan las dudas sobre lo que debe hacer o a dónde debe acudir. Por lo general, consultará con su ginecólogo habitual, con alguna amiga que haya sido tratada previamente o acudirá directamente a un centro de reproducción asistida, confiada en las bondades que pregona una hábil campaña publicitaria. Y aquí volvemos a la pregunta inicial: ¿Es cierto todo lo que me dicen en un centro de reproducción asistida?
La respuesta a esta duda compete tanto al conjunto de profesionales de la reproducción asistida como a los poderes públicos, que deben poner al servicio de los pacientes y de la sociedad en general unos instrumentos que permitan trasladar una información veraz y contrastable. La transparencia, el respeto a la legislación y la homologación con los países de nuestro entorno obligan a que los centros de reproducción asistida, tanto públicos como privados, comuniquen verazmente los resultados de su actividad.
El Registro de Actividad de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) es la culminación de la obligación moral de los profesionales en aras a la transparencia de su quehacer diario. Gracias a este registro, disponemos de un instrumento que permite a las autoridades, nacionales e internacionales, conocer la actividad ajustada a los principios legales de los centros de reproducción asistida. Pero no sólo eso, ya que es un instrumento extremadamente útil para las mujeres y para las parejas que desean un embarazo, porque pueden conocer, de forma transparente y fiable, los resultados reales de la reproducción asistida. O dicho de otro modo: la probabilidad de conseguir un embarazo en los centros a los que acuda.
El pasado 17 de octubre se celebró en Madrid la V Reunión del Comité de Registros de la Sociedad Española de Fertilidad, que puso de manifiesto la importancia de esta actividad. El equipo del doctor José Antonio Castilla, responsable de este comité, ha conseguido la participación de 147 centros de reproducción asistida en el último registro de 2011 y es de esperar que se amplíe esta nómina de centros en los años venideros. Sin duda, la transparencia permite compartir e igualar el nivel de información del profesional y del paciente y es la única forma de que la sociedad en general, y las autoridades sanitarias en particular, confíen de verdad en la reproducción asistida.