Un descanso adecuado siempre ha sido, y es, un pilar fundamental para nuestra salud.
Sin embargo, es cierto que cada vez existe una mayor concienciación relacionada con la importancia de dormir las horas necesarias y en las mejores condiciones por su impacto real sobre nuestro estado de salud, tanto física como mental y tanto en niños como adultos.
De hecho, hemos visto recientemente en medios de comunicación como se han puesto en marcha iniciativas con el objetivo de que se tomen actuaciones desde las administraciones públicas para prevenir sobre los problemas de la falta de sueño y descanso.
Si extrapolamos el impacto que tiene la falta de sueño sobre nuestra salud, no debemos obviar que esta extensión se puede llevar también al campo de la fertilidad y su relación con la falta de un descanso adecuado.
A continuación, vamos a ver cuál es la relación entre el sueño y nuestra salud y su influencia en nuestras opciones de lograr el embarazo.
¿Cómo influye el sueño en nuestra salud general?
Un sueño y descanso adecuado es necesario para mantener una buena salud.
Dormir bien no solo nos hace sentir descansados, sino que influye directamente en el funcionamiento de nuestro organismo. Pensad que, cuando dormimos, favorecemos la regeneración de las células de nuestro cuerpo, además de que nuestro sistema inmunológico se fortalece, lo que nos va a mantener más fuertes y mejor preparados ante posibles enfermedades.
No olvidemos que el sueño también contribuye a que nuestro sistema cardiovascular funcione de manera óptima, reduciendo el riesgo de problemas como la hipertensión o enfermedades cardíacas.
Al margen, desde un nivel más emocional o psicológico, los episodios en los que no dormimos bien o lo necesario por el motivo que sea, nos hacen sentirnos más estresados, nos provocan problemas de concentración y en mayor o menor medida nos hacen sentir más irritados.
Además, dormir bien se relaciona directamente con un mejor control del peso al regular las hormonas que regulan nuestro metabolismo.
Sueño y fertilidad, ¿Cómo afecta la falta de sueño a nuestra fertilidad?
El cuerpo humano está acostumbrado a seguir un ritmo de vida, por así decirlo, que abarca un ciclo de 24 horas, un día completo.
Esto es lo que llamamos el ciclo circadiano y regula nuestro ciclo biológico diario. Este ciclo afecta a muchas de las funciones propias de nuestro organismo, desde un punto de vista fisiológico e incluso psicológico, incluyendo a la producción y regulación de nuestras hormonas.
En el caso de las mujeres, esta falta de sueño y modificación en este ciclo vital pueden derivar en una alteración en la producción hormonal, especialmente de la melatonina, el cortisol o la prolactina, y dar lugar a desequilibrios hormonales que acaben en ciclos menstruales irregulares o un descenso en la calidad de los óvulos.
En los hombres, una falta prolongada de sueño se relaciona con una disminución en la producción de testosterona y la calidad de los espermatozoides.
Al margen de esto, como hemos mencionado antes, la falta de descanso puede dar lugar a una mayor propensión al estrés.
Actualmente sabemos que el estrés prolongado está relacionado con un descenso en el estado de la fertilidad tanto de los hombres, afectando a la calidad de los espermatozoides, como de las mujeres al poder dar pie a problemas en la ovulación.
Consejos para lograr un descanso adecuado
Como hemos visto, el sueño es esencial para nuestra salud desde cualquier punto de vista.
Desde luego, es importante dormir un número de horas adecuadas, siempre se dice que entre 7 y 9, pero siendo realistas sabemos que esto no siempre es posible, por lo que es igualmente importante que este sueño sea de calidad y realmente reparador.
En este sentido, todos cometemos muchos “errores” en lo que debería ser nuestra rutina antes de irnos a dormir y conseguir descansar de la manera más adecuada.
Así pues, algunos consejos que favorecen que podamos dormir y descansar de la mejor manera son:
- Mantener una rutina de sueño: es recomendable intentar irse a dormir y levantarse todos los días en la medida de lo posible a la misma hora. Así favorecemos nuestro ritmo circadiano.
- Evitar la exposición a pantallas de luz azul: la luz azul es la que emiten las pantallas de nuestros móviles, ordenadores, tablets…y afecta a la producción de la melatonina, fundamental como hemos visto para dormir. Es importante apagar o no usar estos dispositivos al menos una hora antes de irnos a dormir.
- Limitar el consumo de cafeína u otros estimulantes: la cafeína o el alcohol, por ejemplo, pueden interferir en el sueño profundo y prolongar el tiempo que tardamos en dormirnos cuando nos acostamos.
- Evitar cenas copiosas: es muy recomendable evitar que las cenas sean muy abundantes o copiosas ya que pueden prolongar nuestra digestión, hacernos sentir más pesados, evitar que nos durmamos al igual que interferir en la calidad de nuestro sueño.