Febrero es el mes elegido en todo el mundo para dar la visibilidad necesaria a la lucha contra el cáncer.
Además, se trata de una enfermedad que, a tenor de los datos, parece estar cada vez más presente en nuestros días, y ya no solo en personas con una edad más avanzada, también en personas jóvenes.
Por suerte, son muchos los avances que se han realizado a lo largo de los últimos años tanto en los tratamientos como en las técnicas de diagnóstico precoz, lo mismo que los planes de salud pública para la detección de la enfermedad, que permiten detectarla en estadios tempranos y mejorar mucho el pronóstico de la enfermedad para superarla o cronificarla.
En nuestro caso, es importante que los pacientes sepan y entiendan que los tratamientos farmacológicos que se emplean habitualmente, como la radioteparia o la quimioterapia, pueden afectar de una forma severa a su fertilidad y que puedan conocer las diferentes opciones reproductivas para ser padre o madre después de hacer frente a la enfermedad.
¿Por qué afecta el cáncer a la fertilidad?
En la actualidad, los tratamientos utilizados para tratar los casos de cáncer, muestran una tasa realmente positiva en el pronóstico de la enfermedad.
Sin embargo, y como hemos mencionado antes, tratamientos como la quimio o la radioterapia, debido a su propia farmacología, tienen efectos muy perjudiciales sobre la fertilidad de los pacientes.
¿Por qué sucede esto? Cuando los pacientes afectados se someten a esta clase de tratamientos, su cuerpo recibe una dosis muy elevada de dichos fármacos empleados para destruir las células cancerígenas.
Sin embargo, este tipo de fármacos pueden dañar también a otras células sanas, en este caso, las encargadas de producir los gametos y de ahí que su fertilidad se vea afectada.
Desde Reproducción Bilbao insistimos siempre en la necesidad de que, cuando un una mujer o un hombre jóvenes son diagnosticados con la enfermedad, se les informe de la importancia de consultar con un especialista, sobre todo cuando aún no han sido padres y tienen el deseo de formar su propia familia en el futuro, para conocer sus opciones reproductivas futuras y la importancia de preservar su fertilidad antes del inicio del tratamiento.
Preservar la fertilidad para ser madre o padre después del tratamiento oncológico
Lógicamente, cuando una persona recibe la noticia del diagnóstico de la enfermedad debe hacer frente a un duro golpe. En muchos casos, cuando el paciente es una persona joven, cabe añadirle el temor o frustración a los riesgos asociados a su fertilidad.
En este caso, la reproducción asistida, a través de la vitrificación de los óvulos o de una muestra de semen, supone una motivación y una esperanza para muchas personas, un motivo más para hacer frente a la enfermedad con la ilusión de poder buscar el embarazo una vez superada.
La vitrificación permite la congelación de los óvulos o espermatozoides, siempre antes de empezar el tratamiento curativo, cuando su fertilidad, si no existe ningún problema, aún se encuentra en buen estado, y tener así opciones de buscar el embarazo con sus propios óvulos, o con su semen en el caso de los hombres. aumentando, así, sus posibilidades de ser padres en el futuro.
¿Es posible prevenir el cáncer?
Mantener unos buenos hábitos de vida es esencial tanto para mantenernos en un buen estado física y mental, como para prevenir todo tipo de enfermedades.
En el caso del cáncer, es cierto que es una enfermedad que puede aparecer en cualquier momento y circunstancia, pero, también, que unos buenos hábitos pueden contribuir de forma muy positiva a su prevención.
Os contamos algunos consejos esenciales que nos ayudarán a mantener unos hábitos de vida saludables y prevenir la enfermedad:
- No fumar: el tabaco es uno de los factores principales que pueden provocar la aparición del cáncer. Solamente el humo aspirado, aunque no se consuma, contiene elevados niveles de componentes cancerígenos.
- Cuida tu alimentación: la obesidad está directamente relacionada con el aumento del riesgo de padecer la enfermedad. Mantén una alimentación rica en cereales, legumbres, verduras y frutas e intenta reducir al máximo los alimentos ricos en calorías, azúcar y grasa, así como las bebidas azucaradas.
- Realiza ejercicio: el ejercicio es un gran aliado en la prevención de todo tipo de enfermedades. Intenta realizar ejercicio, aunque sea de forma moderada, varias veces a la semana durante una hora o 30 minutos diarios.
- Evita el consumo de alcohol: un consumo elevado de alcohol puede derivar en un cáncer hepático entre otros. El consumo siempre debe ser moderado y se debe evitar el exceso de ingesta más allá de una copa de vino en las comidas o un consumo ocasional los fines de semana o festivos.
- Cuidados contra la exposición al sol: el cáncer de piel es más común de lo que puede parecer. La exposición a los rayos ultravioleta solares es un factor de cáncer de piel y melanoma, por lo que es recomendable adecuar la exposición al sol, sobre todo en las horas donde más golpea los rayos de sol, y usar protección solar.
- Detección precoz: los programas de cribado mejoran de manera importante el pronóstico del cáncer que, a pesar de su incidencia, ha visto cómo crece su supervivencia y se reduce la mortalidad.
Es importante que las mujeres se realicen una citología al año y, a partir de los 40 años participen en programas de cribado de cáncer de mama.
Los hombres, a su vez, deben participar en cribados de cáncer de próstata a partir de los 40 años.
Mujeres y hombres, deben participar en cribados de cáncer colorrectal a partir de los 50 años.