Ha costado mucho, a lo largo del tiempo, hablar con naturalidad de la infertilidad. Ya no solo para muchas mujeres o parejas que se han visto en la necesidad de recurrir a un centro especializado para lograr su embarazo. Como sociedad, muchas veces detectamos la falta de información que existe sobre los problemas que pueden dificultar la consecución del embarazo, especialmente aquellos que tienen que ver con la edad de la mujer.
Lo mismo sucede con las opciones reproductivas y, por ejemplo, la concienciación de preservar la fertilidad para poder tomar la decisión de cuándo es el mejor momento para buscar el embarazo y con quien buscar ese embarazo.
Con motivo, además, durante este junio del mes de la visibilidad y normalización de la infertilidad, vamos a detenernos y a analizar cuáles son las principales causas de infertilidad en la actualidad.
¿Es lo mismo infertilidad que esterilidad?
Antes de proseguir, es importante explicar dos conceptos que muchas veces llevan a confusión.
En primer lugar, cuando hablamos de esterilidad nos referimos a la incapacidad de concebir después de mantener relaciones sexuales con frecuencia normal y sin usar ningún método de anticonceptivo.
La infertilidad, por otro lado, hace referencia a la imposibilidad de llevar un embarazo a término, aunque en muchos casos se consigue el embarazo, no se produce el nacimiento por diferentes motivos.
No obstante, no debemos olvidar que la fertilidad humana es limitada, lo que provoca que muchas parejas deban recurrir a la reproducción asistida no solo por motivos de esterilidad o infertilidad, también por una disminución de posibilidades por ciclo.
¿Afecta la infertilidad por igual a hombres y mujeres?
Vamos ahora a desmitificar la afirmación que muchas veces escuchamos sobre que la infertilidad es algo que siempre se ha asociado más con las mujeres.
En la actualidad, y así lo constatan también nuestros datos, podemos decir que los casos de infertilidad en los que el problema se diagnostica en el hombre es de aproximadamente un 40%. Esta cifra es la misma que los casos en los que el problema de infertilidad se relaciona con la mujer.
Por tanto, es importante entender que, en la actualidad, la infertilidad puede afectar por igual a ambos miembros de la pareja, de ahí que insistamos siempre en la necesidad de hacer un examen de la salud reproductiva de los dos para poder detectar el problema y determinar el mejor tratamiento para lograr el embarazo.
Infertilidad femenina. ¿Cuáles son las principales causas?
Hablar de infertilidad y mujer, está muy relacionado con el factor edad. Cuantos más años tiene la mujer, más difícil es lograr el embarazo de forma natural.
Si recordáis, al empezar hemos hablado de la necesidad de informar y concienciar sobre la opción de preservar la fertilidad. Muchas veces sorprende la falta de información que encontramos sobre la relación entre la edad de la mujer y su fertilidad.
Es muy importante que toda mujer sepa que, según avanza su edad, tanto el número de óvulos que produce cada mes como, generalmente, la calidad de los mismos comienza a descender, especialmente a partir de los 35 o 36 años. Cuando una mujer cumple 40 años, es ya muy complicado que pueda lograr el embarazo de forma natural o, incluso, con sus propios óvulos.
Pero, al margen de la edad, también hay factores biológicos que impiden o dificultan la consecución del embarazo. Las principales causas que se asocian con la infertilidad femenina son:
- Lesiones en las Trompas de Falopio: las Trompas de Falopio son los conductos por los que desciende el óvulo para ser fecundado por los espermatozoides. Cuando estos conductos se obstruyen por algún motivo, ya sea provocado por alguna infección o la presencia de algún tejido que impide el recorrido del óvulo, la fecundación no puede tener lugar.
- Endometriosis: se trata de una enfermedad benigna que consiste en la presencia de tejido endometrial fuera de su ubicación natural, el endometrio. Cuando encontramos este tejido fuera de su ubicación natural, por lo general en el ovario, la cavidad abdominal o las Trompas de Falopio, podemos asociar problemas que afectan a la ovulación o, en el caso de encontrarse en la Trompas, impedir que el óvulo realice su recorrido.
- Problemas en el proceso de ovulación: determinadas patologías pueden derivar en problemas que afectan a la ovulación, por ejemplo, el Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP), relacionado con problemas metabólicos de la mujer.
- Trastornos alimentarios: tanto la obesidad como la anorexia, así como un aumento o descenso extremo de peso, se relacionan directamente con la ovulación, llegando, incluso, a provocar su ausencia.
- Alteraciones en la anatomía del útero: en ocasiones, los exámenes realizados, muestran la presencia de miomas o algún tipo de adherencia en el propio útero que puede ser el causante de la infertilidad.
- Enfermedades de transmisión sexual (ETS): algunas ETS como la gonorrea o la clamidia, pueden, por ejemplo, provocar la inflamación de las Trompas de Falopio y ser un motivo de infertilidad.
Infertilidad masculina. ¿Qué factores son los causantes?
Cuando hablamos de infertilidad en los hombres, es cierto que, una parte de los problemas se relacionan con el propio estilo de vida y los hábitos. Por ejemplo, estudios recientes presentan una relación directa entre la exposición a la contaminación o metales pesados y una baja calidad espermática.
En el caso de los hombres, podemos afirmar que, una alimentación inadecuada, obesidad, el tabaquismo o el consumo elevado de alcohol pueden afectar directamente a la calidad de los espermatozoides. Lo mismo sucede con periodos de estrés prolongado.
Sin embargo, cuando hablamos de la edad, puede no ser un factor tan determinante como lo es en las mujeres, sin descuidar que, según pasan los años si existe más riesgo de que los espermatozoides puedan presentar algún tipo de alteración genética.
Por otro lado, cuando hablamos desde un punto de vista médico, por diferenciarlo, los factores más comunes que dan lugar a la infertilidad en el caso de los hombres son:
- Problemas en la producción de las hormonas masculinas que regulan el correcto desarrollo de los órganos sexuales masculinos.
- Patologías localizadas en los testículos, ya sea por motivos genéticos o adquiridos, que impiden o dificultan la producción de espermatozoides.
- Obstrucciones en las vías que conducen a los espermatozoides hasta la uretra.
- Alteraciones en los espermatozoides, ya sea en su concentración, morfología o movilidad.