A pesar de ser dos conceptos que forman parte del ciclo menstrual de la mujer, ovulación y menstruación son completamente distintas.
De hecho, hasta cierto punto, podemos incluso decir que son complementarias.
A continuación, os explicamos las diferencias entre ambas y el momento en el que sucede cada una dentro del ciclo menstrual de la mujer.
¿Cuál es la diferencia entre ovulación y menstruación?
Como os comentábamos anteriormente, ambas forman parte del ciclo de la mujer, pero son dos aspectos completamente diferentes.
La ovulación es el proceso por el cual, como parte del ciclo menstrual, el óvulo es expulsado del ovario y empieza su recorrido hacia las trompas de Falopio a la espera de ser fecundado por un espermatozoide.
La menstruación la podemos definir como el sangrado vaginal normal que ocurre como parte del ciclo de la mujer, la “regla”. Esto se produce ya que el cuerpo de la mujer se prepara todos los meses para un posible embarazo. Si este embarazo no ocurre, el útero se desprende de su recubrimiento que es expulsado a través de la vagina. Es por lo tanto ese sangrado vaginal que sufrimos todos los meses. De forma general hasta llegar a la menopausia, es una mezcla entre sangre y el tejido del interior del útero, el endometrio.
Es importante entender por tanto que, para que tenga lugar la menstruación, no se tiene que haber producido la fecundación del óvulo que es liberado durante la ovulación.
¿Cómo puedo saber si estoy ovulando?
Aunque, como suele suceder cuando hablamos de síntomas, cada mujer puede mostrar unos síntomas determinados y totalmente diferentes, sí que existen algunos que suelen ser comunes y nos pueden indicar que estamos en nuestra fase de ovulación y, por tanto, de nuestros días más fértiles.
- Cambios en el flujo y moco cervical: cuando tiene lugar el ciclo menstrual se suelen producir cambios en la propia textura del flujo vaginal, adquiriendo una textura similar a la clara del huevo. Además, es común que aumente su volumen y su color sea más rosado.
- Dolor en el vientre: es bastante común que, durante esta fase, sintamos algunas molestias o hinchazón en la zona del bajo vientre. Estas molestias pueden aparecer antes, durante e inmediatamente después de los días de ovulación.
De igual forma, estas molestias o hinchazón, puede notarse también en la zona de los pechos.
- Aumento de la temperatura corporal: durante la ovulación es muy frecuente que se produzca un aumento de la temperatura basal, es decir, de la temperatura interior de nuestro cuerpo en reposo.
¿Cuáles son las principales causas de los problemas en la ovulación que influyen en la búsqueda del embarazo?
Actualmente, se considera que los problemas relacionados con la ovulación son los causantes de cerca del 20% de los casos de infertilidad.
Las causas pueden ser diversas, pero se engloban generalmente en estos grupos:
- Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP): se trata de uno de los principales trastornos metabólicos femeninos y una de las principales causas de infertilidad en la actualidad. El SOP repercute en la ausencia de ovulación y se acompaña de posibles síntomas como el aumento del vello corporal, acné o incluso síntomas más severos como el aumento significativo de peso y el incremento de hormonas masculinas.
- Problemas hormonales: cierto tipo de disfunciones en la producción de hormonas puede dar lugar a los fallos en la ovulación. Así, si se produce alguna disfunción en el hipotálamo, zona del cerebro que controla la glándula pituitaria, encargada de producir las hormonas que dan lugar a la ovulación, esta puede verse afectada.
- Exceso de prolactina: si nuestro organismo produce un exceso de prolactina, nuestro cuerpo reaccionará reduciendo la producción de estrógeno, lo que puede dar pie a problemas relacionados con la ovulación y que pueden contribuir a la disfunción de la ovulación y la infertilidad.
- Presencia de tumores: Los tumores de los ovarios pueden causar problemas de ovulación.
En este punto es conveniente destacar que nuestro propio estilo de vida y nuestros hábitos pueden ser responsables de que haya problemas en nuestra ovulación.
Así, hábitos como el tabaco, el alcohol, la obesidad o incluso padecer estrés pueden provocar fallos y problemas en nuestra ovulación o, incluso, la ausencia de la misma, la llamada anovulación.
¿Cómo se trata la infertilidad causada por los problemas en la ovulación?
En muchas ocasiones, estos problemas relacionados con la ovulación pueden corregirse a través de un cambio en nuestros hábitos.
Para ello, es conveniente mantener una buena dieta que nos permita estar en nuestro peso más adecuado, igualmente tampoco es bueno estar muy por debajo de nuestro peso.
A su vez, intentar controlar nuestros niveles de estrés es totalmente aconsejable si presentamos problemas en la ovulación.
En las situaciones en las que este cambio de hábitos no surta efecto, el especialista puede pautar medicación que favorezca la ovulación.
Como último caso, puede darse la situación en la que no se identifique de forma clara las causas que lo provocan o se deba a algún factor severo. En estos casos, y en función de las pruebas que se realicen a ambos miembros de la pareja y los resultados, la reproducción asistida es la mejor alternativa para lograr el embarazo.
No obstante, un diagnóstico temprano y personalizado es muchas veces el mejor tratamiento. Cuando una pareja lleva tiempo intentando lograr el embarazo y no lo consigue, habitualmente pasados 12 meses si la pareja es menor de 35 años y 6 meses si supera esta edad, es muy aconsejable ponerse en manos de un especialista para poder evaluar y detectar el posible problema lo antes que se pueda.