Cuando hablamos de infertilidad, aún encontramos enfermedades cuyo origen sigue siendo desconocido.
Una de las más frecuentes, y sobre la que no se suele hablar en exceso, es la adenomiosis. A pesar de que presenta una sintomatología similar, se trata de una patología que no debemos confundir con la endometriosis.
A continuación, os explicamos qué es y sus principales síntomas.
¿Qué es la adenomiosis?
La adenomiosis se manifiesta cuando el tejido endometrial se integra con el tejido muscular del útero, el miometrio. Este tejido que se encuentra fuera de su lugar, sigue con su desarrollo habitual, llegando a producir molestias en las mujeres que se ven afectadas.
En este caso, y como sucede con la endometriosis, cuyas diferencias veremos más adelante, su origen es también desconocido, aunque suele asociarse con la actividad del estrógeno en los ovarios.
Aunque sus síntomas no son iguales para todas las mujeres, incluso puede no presentar ninguna sintomatología, cuando sucede, los más comunes son:
- Dolor menstrual agudo.
- Menstruación excesivamente larga
- Molestias o dolor durante las relaciones sexuales
- Sangrado sin relación aparente con la menstruación
- Anemia
- Dolor pélvico
Además de estos síntomas, en ocasiones presenta también un agrandamiento del útero que puede dar lugar a molestias y sensibilidad en la zona pélvica y el abdomen.
¿Cuál es la diferencia entre la adenomiosis y la endometriosis?
A pesar de que se trata de dos patologías muy similares, incluso en sus síntomas, y que pueden manifestarse juntas, se estima que en un porcentaje elevado las pacientes con endometriosis padecen también adenomiosis, existen ciertas diferencias entre ambas.
La principal diferencia se encuentra en el lugar en el que encontramos ese tejido endometrial fuera de lugar que hemos mencionado antes.
En el caso de la primera, este tejido se sitúa en el llamado miometrio, que es la capa muscular. Sin embargo, cuando hablamos de endometriosis este tejido puede encontrarse en lugares totalmente diferentes al útero.
¿Puede afectar la adenomiosis a las posibilidades de lograr el embarazo?
Como sucede en el caso de la endometriosis, padecer cualquiera de estas dos patologías no es sinónimo de infertilidad, pero sí puede dificultar las opciones de lograr el embarazo.
En el caso de la adenomiosis, la afectación puede ser debida a varios factores entre los que se encuentra las menores posibilidades de implantación del embrión.
¿Cómo es posible diagnosticar la adenomiosis y cuál es el tratamiento indicado?
Es cierto que diagnosticar esta enfermedad es realmente complejo, puesto que, como hemos visto, la sintomatología es muy diversa en los casos en los que se presenta.
Actualmente, gracias a la mejora técnica de los aparatos de ecografía y a una mayor conciencia de su existencia por parte de los especialistas, la adenomiosis se diagnostica más y mejor.
Al margen, es posible que se requiera un examen pélvico, con el objetivo de determinar el tamaño del útero en vistas a un posible crecimiento o una resonancia magnética que nos aporte más información en el caso de que la obtenida sea insuficiente.
Respecto a su tratamiento, es importante realizar una valoración personalizada de cada paciente en función de sus síntomas y gravedad en cada caso.
Por regla general, en los casos en los que no se aprecia una gravedad elevada, es posible que muchos de los síntomas se eliminen a través de diferentes fármacos:
- Analgésicos.
- Anticonceptivos hormonales
- Antiestrógenos
- Análogos de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH).
Si la administración de estos fármacos no fuera suficiente o nos encontramos en el caso de una paciente que quiere quedarse embarazada, algunos de estos fármacos no son compatibles con la gestación, es posible valorar recurrir a procedimientos quirúrgicos basados en la histeroscopia.