La infertilidad masculina es un tema cada vez más expuesto y con mayor visibilidad.
Cierto es que, hasta hace no mucho, se tenía la tendencia de relacionar la infertilidad con la mujer, algo que no deja de ser más que un mito, pero son cada vez más los estudios que ponen el foco en la infertilidad masculina y sus causas.
¿Significa que hay más casos que antes? A día de hoy sabemos que, por ejemplo, la exposición a contaminantes, el sedentarismo o el estrés afectan a la calidad del semen. También debemos decir que cada vez es más frecuente que se realice un estudio de la fertilidad a los dos miembros de una pareja, lo que también nos permite diagnosticar con mayor frecuencia los problemas relacionados en los hombres.
En este sentido, una causa importante de infertilidad masculina es la azoospermia.
Os contamos qué es, cuáles son sus causas y cuáles son las principales opciones reproductivas cuando diagnosticamos la azoospermia como causa de infertilidad masculina.
¿Qué es la azoospermia?
La azoospermia se define como la ausencia total de espermatozoides en el eyaculado, lo que impide, por tanto, que tenga lugar la fecundación de forma natural.
Se estima que los casos de azoospermia representan actualmente entre un 3 y un 10% de los problemas relacionados con la infertilidad masculina y aunque es una condición que podemos considerar severa, en términos de infertilidad y embarazo, no es un factor que impida que se pueda lograr.
Eso sí, para ello es fundamental recurrir a una clínica de reproducción asistida para valorar la situación y poder realizar un tratamiento personalizado que nos permita lograr el embarazo.
Tipos de azoospermia y sus diferentes causas.
Existen diferentes situaciones que nos pueden llevar a esa ausencia de espermatozoides en el eyaculado que nos impide poder fecundar el óvulo de forma natural.
Lo mismo sucede con las causas que pueden derivar en este tipo de problemas.
Así pues, podemos identificar dos grandes tipos distintos de azoospermia: la obstructiva y la llamada secretora o no obstructiva.
A continuación, os explicamos sus diferencias y cuáles son sus posibles causas:
- Azoospermia obstructiva: en estos casos, los testículos producen espermatozoides con normalidad, pero existe una obstrucción que impide que salgan al exterior.
Puede estar causada por infecciones previas, intervenciones quirúrgicas como la vasectomía o malformaciones congénitas. La buena noticia es que, en muchos casos, es posible recuperar los espermatozoides directamente del testículo o del epidídimo y utilizarlos en un tratamiento de reproducción asistida.
- Azoospermia secretora o no obstructiva: aquí el problema reside en que los testículos no producen espermatozoides o lo hacen en cantidades muy reducidas. Esto puede deberse a factores genéticos, hormonales, testículos no descendidos en la infancia o tratamientos farmacológicos como la quimio y la radioterapia utilizada en procesos oncológicos.
- Aunque es una situación más compleja, existen técnicas avanzadas de recuperación espermática que, en algunos casos, permiten encontrar espermatozoides viables.
¿Qué opciones hay para lograr el embarazo en los casos de azoospermia?
Como hemos mencionado, la azoospermia es una condición que impide que tenga lugar el embarazo de forma natural.
De hecho, en Reproducción Bilbao siempre recomendamos a las parejas que, cuando ha transcurrido un año buscando el embarazo sin éxito – 6 meses cuando superan los 35 años – se realicen los dos pruebas para conocer el estado de su fertilidad.
No olvidemos que actualmente cerca de un 40% de los casos de infertilidad se relacionan ya con el factor masculino, por lo que es algo que debemos tener siempre presente.
En las parejas en las que el hombre es diagnosticado con azoospermia tras realizar las pruebas oportunas, existen diferentes opciones para poder lograr el embarazo. Las más habituales son:
- ICSI a partir de espermatozoides recuperados del testículo: si se confirma que existen espermatozoides en los testículos o en el epidídimo, se pueden extraer mediante técnicas como la biopsia testicular o la aspiración de esperma.
- Estos espermatozoides se emplean en un tratamiento de Fecundación in Vitro con microinyección espermática (ICSI), en el que se introduce un solo espermatozoide previamente seleccionado en nuestro laboratorio en cada óvulo a la espera de que tenga lugar la correcta fecundación y obtengamos los embriones que transferiremos posteriormente.
- Tratamiento hormonal personalizado: en algunos casos concretos de azoospermia secretora, es posible estimular la producción de espermatozoides con un tratamiento hormonal adaptado. No obstante, no siempre es una opción viable y es necesario un estudio en profundidad.
En aquellos casos en los que no es posible recuperar espermatozoides viables, la opción razonable es la indicación de un procedimiento mediante la utilización de semen de donante anónimo.
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