Por Dr. Gorka Barrenetxea (Director de Reproducción Bilbao)
Las enfermedades autoinmunes se caracterizan porque el organismo genera anticuerpos contra células o elementos del propio cuerpo. Se trataría, en cierto modo, de una “autoagresión”. Los efectos de tales autoanticuerpos pueden ser muy variados e incluyen, también, trastornos reproductivos.
Aunque ya desde la primera mitad del siglo XX se reconoció que algunos anticuerpos antifosfolipídicos (APL) característicos de ciertas enfermedades autoinmunes ya conocidas, como el lupus eritematoso sistémico (LES), se asociaban a cuadros de trombosis arteriales y venosas, abortos de repetición y pérdidas fetales, no fue hasta la década de los 80 cuando se definió el llamado síndrome antifosfolipídico (SAP) como una entidad con rasgos clínicos y analíticos determinados e independientes de otras entidades autoinmunes.
El término SAP fue inicialmente definido en 1986, alcanzándose un consenso universalmente aceptado en 1999 como la asociación de cuadros de trombosis (arteriales y venosas), complicaciones obstétricas (fundamentalmente abortos de repetición y pérdidas fetales recurrentes) con parámetros analíticos como la presencia de anticuerpos antifosfolipídicos (APL) y/ anticuerpos anticardiolipina (ACA) junto con alteraciones hematológicas (anemia y trombocitopenia).
Lo cierto es que, a pesar de los múltiples estudios realizados, se desconoce la etiopatogenia del cuadro: esto es, se desconoce el mecanismo por el que los mencionados anticuerpos provocan las pérdidas fetales. Aunque ciertamente, parece que un fenómeno de coagulación (trombosis) puede estar en la base del problema.
En definitiva, las pacientes embarazadas afectas de un SAP están en riesgo de sufrir abortos de repetición y perdidas fetales tardías recurrentes. Por tanto, es preceptivo que en estas pacientes se descarte este síndrome, determinando la posible presencia de APL o ACA. Descartadas otras causas de abortos, y diagnosticado un cuadro de SAP el tratamiento se basará, fundamentalmente, en medicaciones con efecto antiagregante (ácido acetil-salicílico) y/o anticoagulante (Heparina).
Para una profundización del tema recomendamos el libro “Factores inmunológicos implicados en los abortos de repetición” (https://ehu.on.worldcat.org/oclc/434002791)
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