La infertilidad es un ACONTECIMIENTO VITAL ESTRESANTE y tiene un impacto sobre diferentes esferas de la vida de la persona que la padece, en lo social, sexual, laboral, económico y emocional, entre otras.
Esta situación es posible que te esté haciendo cuestionarte tu vida. Puede que sientas que todo lo que te rodea ha dado un giro de 180 grados. Pero en realidad nada ha cambiado, la que sí lo ha hecho es tu percepción de las cosas.
Si consigues que tu percepción continúe estando intacta, tu alrededor puede facilitarte mucho el recorrido. Puesto que sentirás que las cosas siguen “estando en su sitio” lo que te proporcionará estabilidad. Si percibes que el entorno no te acompaña, tu actitud no será la más idónea para continuar el camino y puede que te lleve a tirar la toalla.
Cuando mantienes el nivel de estrés durante un periodo prolongado de tiempo y no puedes afrontarlo, se generan sentimientos como la tristeza, miedo, desesperanza, que pueden interferir en las actividades normales de tu vida y pueden aparecer síntomas ansiosos y depresivos. Es entonces cuando puedes abandonar el tratamiento.
Por este motivo has de saber que si recibes apoyo psicológico podrás conseguir el equilibrio emocional, mantener el optimismo durante tu tratamiento y afrontar el proceso con el mayor bienestar posible.
Generalmente existe la creencia de que “se va a conseguir el embarazo en el primer ciclo”, pero muchas veces la realidad es otra. Si eres de las que lo consigue pronto, te doy mi enhorabuena, pero si eres de las que tarda unos cuantos ciclos en conseguirlo, lo más habitual es que tengas la necesidad de apoyarte en algo o alguien para continuar tu búsqueda.
Al comienzo de los tratamientos, se siente una gran esperanza por conseguir aquello que tanto tiempo llevas buscando, pero a medida que va pasando el tiempo, las fuerzas comienzan a flaquear y te puedes sentir bastante afectada a nivel emocional.
El apoyo psicológico te permite manejar tus emociones, expresar tus miedos, darte permiso para sentir. No solo necesitas que los demás te den animo…sino que te ayuden a validar las emociones y afectos que van surgiendo.
El aumento del estrés a lo largo de los tratamientos, hace que disminuya la tolerancia y aumente los conflictos y te hagan cuestionarte. Cuestionar tu relación de pareja, tus amistades, tu trabajo, tu autoestima. Si consigues reducir ese estrés que te está provocando la situación, podrás seguir adelante con mayor ajuste emocional.
El tratamiento médico en sí es una carrera de obstáculos, cada bache superado es un paso que te acerca a la meta. Es necesario estar fuerte para no abandonar antes de tiempo. Y estamos dispuestos a ayudarte.
Las superaciones de las dificultades en el camino te ayudan a madurar. En este momento puede que no lo veas así, pero cuando pase el tiempo y mires atrás, podrás ver que has recorrido un camino que ni te imaginas podrías hacer. Eres más fuerte de lo que piensas. Cuando creas que ya no puedes más, sacarás fuerzas de algún lugar y podrás continuar tu camino.
Por Olivia de Prado.
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