Los tratamientos de reproducción asistida constan de diferentes fases. En el caso de la Fecundación in Vitro, el momento de la transferencia del embrión es un momento lleno de emoción que muchas pacientes recuerdan como el verdadero momento en el que sintieron que estaban en el camino hacia su maternidad.
Para que tenga lugar el embarazo, hablamos de que el embrión deberá implantar en el endometrio para que comience, por así decirlo, el embarazo. La implantación en sí no es más que la anexión de ese embrión que hemos transferido al endometrio de la mujer que, de darse, posibilitará que se desarrolle y el embarazo tenga lugar.
Una pregunta que nos hacen muchas veces las pacientes es si es posible o si podemos hacer algo para aumentar las opciones de que el embrión se implante.
En este caso, es cierto que entran en juego factores como la calidad del embrión, que en Reproducción Bilbao siempre seleccionamos y analizamos para aumentar las posibilidades de éxito y la preparación del endometrio.
Os lo explicamos a continuación.
La importancia de la calidad del embrión en la implantación
La calidad del embrión es un factor realmente importante para que la implantación tenga lugar, aunque no siempre garantice que vaya a suceder.
En Reproducción Bilbao optamos por la transferencia de los embriones cuando ya se encuentran en su estado de blastocisto, es decir, a partir de su 5º día de desarrollo.
De esta forma, durante el tiempo que permanecen en nuestros incubadores con tecnología TimeLapse, nuestras embriólogas pueden realizar una correcta monitorización de los embriones que nos permita, desde un primer momento, descartar aquellos no viables para lograr el embarazo de la paciente.
Al margen, en Reproducción Bilbao, realizamos de forma generalizada en todos nuestros tratamientos el análisis y selección genética de los embriones para transferir solo aquellos con opciones reales de implantar.
Es importante destacar, también, que en nuestros tratamientos apostamos por transferir un único embrión en cada transferencia, que como habéis visto ya, estará seleccionado y analizado, con el objetivo también de reducir los riesgos de los embarazos múltiples tanto para la futura madre como para el bebé.
El factor endometrial en la implantación del embrión
En primer lugar, debemos saber que el endometrio es el tejido mucoso que reviste el útero y es el lugar donde busca implantar el embrión.
En función del momento del ciclo menstrual en el que se encuentre la mujer, el endometrio puede estar más o menos receptivo para la implantación, es decir, más o menos preparado para que la implantación tenga lugar con éxito.
Cuando hablamos de receptividad endometrial nos referimos a la capacidad que tiene el útero para que el embrión pueda implantar y, por tanto, dar comienzo a la gestación del embarazo.
En este punto es importante recalcar que el endometrio solo se encuentra receptivo durante un periodo determinado dentro de cada ciclo menstrual, que es el momento en el que tiene las condiciones necesarias para que se dé una buena recepción del embrión y dar lugar a su implantación. Esto es lo que llamamos “ventana de implantación”.
También es importante mencionar que parte de la medicación que recibe la mujer durante un tratamiento de reproducción asistida, es justamente para favorecer que el endometrio se encuentre preparado y receptivo para favorecer la implantación del embrión y que pueda tener lugar el embarazo.
¿Es posible calcular la ventana de implantación?
Como habéis visto, el endometrio solo se muestra receptivo para que el embrión implante durante un periodo de tiempo muy determinado. Por lo general, este periodo es muy corto, entre 12 y 48 horas y se presenta entre los días 19 y 21 del ciclo menstrual.
Al margen, y en base a los estudios realizados, sabemos que cerca del 30% de las mujeres tienen la ventana de implantación desplazada, por lo que es importante realizar una serie de pruebas que nos permita determinar con exactitud cuándo tienen lugar la ventana de implantación de cada mujer, especialmente en los tratamientos de Fecundación in Vitro (FIV) tanto con óvulos propios como de una donante.
En este sentido, los llamados “test de receptividad endometrial” nos permiten determinar la ventana de implantación de cada paciente a partir de una pequeña muestra de tejido endometrial y su análisis genético
De esta forma, podemos conocer el momento exacto en el que el endometrio se muestra más receptivo y realizar la transferencia del embrión seleccionado por nuestras embriólogas y aumentar las posibilidades de que el embrión efectivamente implante.
¿Influye nuestro estilo de vida en la implantación del embrión?
Como siempre os decimos, mantener un estilo de vida saludable es esencial durante todas las fases del embarazo, incluso desde antes de empezar a buscarlo ya que es una manera de ayudar a que nuestros óvulos y el semen de los hombres, sea de mayor calidad.
Como os podéis imaginar, cuanta más calidad tengan, mayores opciones tendremos de obtener embriones de calidad.
Pero, al margen, mantener ciertas rutinas o hábitos también puede ayudar a que el endometrio se encuentre más receptivo o preparado para el momento de la implantación:
- Dieta equilibrada: una dieta saludable y equilibrada, rica en nutrientes y en la que destaque la presencia de la vitamina B puede impulsar el crecimiento del endometrio y que se encuentre más preparado para recibir al embrión.
- Alcohol y tabaco: el consumo de alcohol y tabaco es perjudicial para la calidad de nuestros gametos por lo que su consumo puede contribuir a que disminuyan las opciones de que el embrión implante.
- Estrés: el estrés prolongado, o un pico de estrés muy elevado, tienen una influencia directa en la ovulación de las mujeres y en la calidad del esperma y, por tanto, afecta directamente a su fertilidad y a la calidad de los posibles embriones que se puedan obtener en el proceso de fecundación en nuestros laboratorios.
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