Del mismo modo que la ley dice que los donantes han de ser mayores de edad y encontrarse en buen estado de salud psicofísica, no especifica claramente cuál es el nivel de exigencia de las pruebas a realizar, por lo que cada centro de reproducción decide bajo su responsabilidad (cubiertas las pruebas mínimas) el nivel de exigencia en las pruebas, lo que por supuesto conllevará una mayor o menor inversión.
En Reproducción Bilbao, hacemos un exhaustivo estudio de los candidatos a donantes que implican desde las pruebas más sencillas como son serologías, cariotipos, seminogramas o exámenes físicos hasta pruebas más complejas como estudios psicológicos llevados a cabo por una profesional o pruebas genéticas de estudio de mutaciones recesivas. La evaluación de mutaciones recesivas (que se realiza tanto en el donante como en la receptora) permite evitar la posible coincidencia de tales mutaciones y, por ende, elimina el riesgo de la enfermedad en la descendencia. Y en Reproducción Bilbao la realizamos de forma obligatoria.
Bajo nuestro punto de vista estos test de mutaciones son necesarios ya que de este modo podemos ofrecer las mayores garantías a la pareja o mujer receptora.
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