La calidad de los embriones es un aspecto determinante a la hora de lograr un embarazo.
Los embriólogos son los profesionales encargados proporcionar todos los cuidados necesarios para que los embriones se desarrollen adecuadamente y además realizan el seguimiento del desarrollo, lo que permitirá determinar su calidad embrionaria. La calidad embrionaria está asociada con la probabilidad de embarazo, aunque no es el único factor a tener en cuenta.
No obstante, ¿quiere decir esto que solo los embriones de máxima calidad tienen opciones de lograr el embarazo?
A continuación, os respondemos a esta pregunta y os explicamos cómo clasificamos a los embriones.
¿Cómo se clasifican los embriones?
Los criterios para seleccionar un embrión se basan en varios parámetros que dependen, a su vez, en gran medida de la calidad de los gametos, tanto ovocitos como espermatozoides.
No hay que olvidar, qué para seleccionar embriones, además solemos utilizar una herramienta muy potente como es el análisis cromosómico, que va a eliminar todos los embriones anormales que no implantan o provocan abortos tempranos. Y que pueden encontrarse en cualquiera de las cuatro categorías de calidad embrionaria.
Una vez obtenidos los embriones, para su clasificación, nos basamos en una serie de criterios morfocinéticos y morfológicos para conocer su calidad. Para ello, debemos mantener un control sobre si la división del embrión se produce en el momento adecuado dentro de su fase de desarrollo y que el número de células en las que se divide sea el adecuado.
En base a esto, y de cara a la clasificación de los embriones en base a su calidad, utilizamos la clasificación establecida por la Asociación para el Estudio de la Biología Reproductiva (ASEBIR), que cataloga a los embriones en 4 posibles categorías:
- Embriones con calidad A: son aquellos que presentan la máxima calidad y, por tanto, se espera que implanten y den viabilidad al embarazo.
- Embriones con calidad B: se siguen considerando embriones con buen pronóstico a la hora de implantar, aunque su calidad es inferior a los anteriores.
- Embriones con calidad C: su calidad se considera intermedia, por así decirlo. No obstante, se trata de embriones que en absoluto se descartan y con los que es igualmente posible lograr el embarazo de la paciente.
Embriones con calidad D: son los embriones con peor calidad y con peor pronóstico de implantar y lograr el embarazo. En su mayoría se descartan.
¿Es posible lograr el embarazo con embriones con calidad C o D?
Si, a pesar de que lo idóneo es transferir embriones con calidad A o B, esto no siempre es posible. No obstante, es posible lograr el embarazo con embriones tipo C, incluso tipo D, aunque las probabilidades de que esto suceda lógicamente son menores.
¿Cómo es el desarrollo y la evaluación de los embriones?
Cuando hablamos del desarrollo de los embriones, debemos considerar que se produce desde el momento en el que el ovocito es fecundado hasta que el embrión llega al estado de blastocisto, en su 5º o 6º día de desarrollo, momento en el que el embrión está preparado para ser transferido o para analizar su material genético y descartar aquellos embriones no viables.
Por lo general, el desarrollo de los embriones consta de 4 fases:
Una primera fase, como hemos dicho en el momento de la fecundación y las horas posteriores, en las que, pasado un tiempo comprendido entre 16 y 22 horas desde la fecundación evaluamos si el embrión ha desarrollado dos pronúcleos y dos corpúsculos polares, indicación de que ha fecundado correctamente.
Durante los días 2 y 3, el embrión ya se ha dividido en diferentes células. En este momento se valoran varios parámetros como por ejemplo el número de células en las que se ha producido la división, así como los núcleos presenten en cada una de ellas, la fragmentación citoplasmática, o la presencia de vacuolas en el interior de las células.
También se valoran otros aspectos como es la simetría entre las células o la zona pelúcida, que es la membrana que rodea al embrión y lo protege de los agentes externos.
Lo habitual, llegado este tercer día, es que el embrión cuente con alrededor de 8 células.
Llegado el 4º día de desarrollo es el momento en el que comienza el desarrollo hacia la fase de blastocisto. Es ahora cuando esas células se transforman en una masa compacta, llamada mórula. De hecho, parece una masa compacta porque las células forman uniones muy estrechas entre sí para reforzar la comunicación entre ellas y poder organizarse. Es ahora cuando va a determinarse qué célula va a dar origen al futuro feto y cual a la futura placenta. Es una fase bastante crítica pues los embriones que acumulan gran cantidad de aberraciones cromosómicas no consiguen superar esta fase y pueden sufrir bloqueos en esta etapa, y por eso no llegan a estadio de blastocisto
Por último, llegados los días 5º y 6º el embrión, si su desarrollo ha sido el correcto, alcanza su estado de blastocisto, momento, en el que estaría listo para ser transferido en base a los criterios de selección, o para realizar la biopsia embrionaria si es lo indicado en el caso.
Es importante destacar que, durante el desarrollo de los embriones en nuestro laboratorio, permanecen en incubadores que tratan de recrear las mismas condiciones de humedad, temperatura y porcentaje de gases, que las que encontrarían en el útero materno.
Además, estos incubadores cuentan con tecnología Timelapse para realizar un seguimiento de la evolución del embrión. Esto nos permite monitorizar el desarrollo embrionario sin perturbar el cultivo, puesto que no es necesario extraer la placa del incubador. Además nos permite observar eventos que, de otro modo no podrían observarse y que pueden resultar determinantes para conocer las probabilidades desarrollo del embrión.
¿Por qué en Reproducción Bilbao transferimos los embriones en estado de blastocisto?
Dentro de la reproducción asistida, son muchos los factores que pueden influir en el éxito del tratamiento, desde factores embrionarios a factores uterinos.
En los referido a los embriones, realizar la transferencia cuando han alcanzado el estadio de blastocisto, permite una mejor sincronización entre embrión y endometrio, además de contribuir de una manera importante en la selección de los embriones.
Como hemos mencionado anteriormente, debemos tener en cuenta que muchas anomalías cromosómicas no son compatibles con el desarrollo hasta estadio de blastocisto. Por este motivo, aunque algunos embriones en su tercer día de desarrollo muestran buena calidad, pueden bloquearse en los días posteriores y no consiguen llegar a estadio de blastocisto. Esto nos permite descartar estos embriones de forma natural.
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