Por Oihane Gómez
A lo largo de un ciclo de Fecundación In Vitro, recibimos información sobre la evolución de nuestros embriones, pero no siempre tenemos por qué conocer el significado. Por ejemplo, ¿qué significa cuando nos dicen que nuestros embriones tienen fragmentación?
La fragmentación embrionaria consiste en restos celulares anucleares que va desechando el embrión durante sus divisiones y que comparte espacio con las propias células. Sabemos que un porcentaje de fragmentación alto, esta relacionado con menores tasas de implantación embrionaria, por lo que es una característica a tener en cuenta. Se desconocen las causas de la fragmentación, pero en algunos casos puede estar relacionada con un reparto cromosómico anormal, que explicaría el descenso en la tasa de implantación, y en cambio en otras, puede ser reabsorbida por el embrión en estadios posteriores.
La fragmentación está también relacionada con menor número de embriones capaces de llegar al estadio de blastocisto, ya que dificulta el contacto entre células para poder compactar e iniciar la blastulación. Y en los casos en los que el embrión es capaz de formar el blastocisto dejando a un lado la fragmentación, podría dificultar la eclosión embrionaria (ruptura de la zona pelúcida para salir de ella e iniciar la implantación), lo que explicaría también la menor tasa de embarazo.
Hay varias hipótesis sobre el origen de la fragmentación, pero parece tener gran peso la calidad ovocitaria, al ser el responsable de guiar las primeras divisiones embrionarias. De todas formas, debemos tener un buen programa de estimulación y cultivo embrionario. Ya que, por ejemplo, los cambios de temperatura provocados al sacar los embriones del incubador para realizar la observación morfológica, podrían provocar un aumento de la fragmentación embrionaria. Por ello, es aconsejable contar con un incubador con tecnología time-lapse, en el que no hace falta sacar los embriones, para minimizar los agentes externos.
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