Movember. ¿Qué relación hay entre la salud y la fertilidad masculina?

Seguro que a muchos nos pasa que, desde hace algún tiempo, no da la sensación de que se habla más, incluso importan más, los problemas relacionados con la fertilidad de los hombres.

En parte es así, luego veremos los motivos de que tengamos esta percepción, pero en parte también se debe a las campañas para visibilizar la importancia de la salud y la fertilidad masculina.

Movimientos como “Movember” por el que muchos hombres se dejan bigote durante todo el mes de noviembre, nacen, por ejemplo, para visibilizar problemas frecuentes en los hombres como el cáncer de próstata o el testicular, así como los relacionados con su salud mental y, como es el caso, con su fertilidad.

Aprovechando la entrada en este mes de noviembre, desde Reproducción Bilbao nos sumamos también a la causa.

En nuestro artículo, vamos a profundizar en la relación entre la salud y los hábitos saludables y el estado de la fertilidad masculina.

¿Se ha producido un aumento en los casos de infertilidad masculina en Bilbao en los últimos años?

Como hemos mencionado al principio, los temas relacionados con la infertilidad masculina parece que están mucho más de actualidad que hace unos años.

En este sentido, conviene hacer algunas matizaciones.

La primera, es acabar con ese falso mito por el que siempre se relacionaba la infertilidad con las mujeres. Os podemos afirmar que para nada es cierto. De hecho, con los datos que tenemos en Reproducción Bilbao, sabemos que aproximadamente en un 40% de los casos la infertilidad se relaciona con factores masculinos y otro 40% con los femeninos por lo que hablamos del mismo porcentaje.

Lo que sí es cierto, es que, de unos años a esta parte, existen más estudios sobre las causas de infertilidad masculina. Por ejemplo, estudios recientes relacionan una bajada en la calidad del semen con una mayor exposición a los contaminantes ambientales, al margen de las causas asociadas a los propios hábitos de vida.

Al margen de esto, en Reproducción Bilbao siempre recomendamos, cuando las parejas vienen a la clínica para buscar su embarazo, realizar un estudio del estado de su fertilidad a los dos miembros de la pareja para poder obtener el diagnóstico más preciso y poder definir el tratamiento de la mejor manera.

Lógicamente, al hacer de forma generalizada este estudio a los dos integrantes, cosa que antes no se hacía, generamos que se detecten más casos de infertilidad en los hombres.

¿Qué relación hay entre los hábitos de vida y la fertilidad en los hombres?

Cuando hablamos de infertilidad masculina, debemos entender que muchos de los problemas a los que hacemos frente con más frecuencia están relacionados con los propios hábitos de vida de los hombres.

Lógicamente, siempre encontramos casos en los que se relaciona con otras causas tales como procesos quirúrgicos, determinadas enfermedades o procesos farmacológicos como la quimio o radioterapia que impactan de forma negativa en su fertilidad.

Al margen, y al contrario que para las mujeres, en el caso de los hombres la edad no es un factor tan determinante en relación con el estado de su fertilidad, aunque cuanto mayor sea la edad si existe más riesgo de que los espermatozoides puedan presentar algún tipo de alteración genética.

De esta forma, volviendo al impacto que los hábitos saludables y el estado de salud tienen en la fertilidad masculina, conviene destacar los siguientes como factores principales:

• Alimentación equilibrada: una dieta carente de nutrientes esenciales puede impactar negativamente tanto en la producción como en la calidad de los espermatozoides. Incluir alimentos ricos en frutas, verduras, frutos secos, proteínas magras y grasas saludables puede favorecer una mejor salud espermática.

• Ejercicio físico: realizar ejercicio físico, aunque sea de forma moderada, es fundamental para la salud general. Sin embargo, tanto la ausencia de ejercicio como su exceso pueden afectar la fertilidad. Los estudios indican que igual que el ejercicio moderado mejora la calidad del esperma, el entrenamiento llevado al extremo puede tener el efecto contrario y alterar la producción de esperma.

• Control del peso: el sobrepeso y la obesidad se relacionan directamente con disminución de la calidad del esperma. Mantener un peso adecuado mediante una dieta equilibrada y ejercicio regular es clave para mantener un buen estado de la fertilidad.

• Evitar alcohol y tabaco: el consumo excesivo de alcohol, el tabaco y, por supuesto, el consumo de drogas afecta negativamente en la calidad de los espermatozoides. El alcohol reduce los niveles de testosterona, afectando el número y la movilidad de los espermatozoides, mientras que el tabaco se relaciona con un aumento del riesgo de fragmentación del ADN de los espermatozoides.

• Gestión del estrés: el estrés prolongado perjudica la fertilidad masculina alterando la producción de esperma. Además, está relacionado con problemas sexuales como la disfunción eréctil.

• Descanso y sueño: una falta de sueño constante tiene consecuencias negativas para la producción de esperma. Dormir entre 7 y 9 horas diarias ayuda a la regeneración celular y a la correcta regulación hormonal, esenciales para una buena salud reproductiva.

¿Qué pruebas se realizan para detectar problemas de infertilidad masculina?

Como hemos comentado, en Reproducción Bilbao siempre recomendamos que ambos miembros de la pareja se sometan a las pruebas para conocer el estado de su fertilidad.

Tanto en este caso, como cuando sospechamos por su historial, que puede existir un problema relacionado con su fertilidad, la prueba que se realiza es el seminograma.

Para ello, se analiza una muestra de semen que nos proporciona valores relacionados con la cantidad, volumen y densidad del semen, así como sobre la cantidad, movilidad y forma de los espermatozoides.

Los resultados obtenidos nos permiten identificar las posibles causas de infertilidad masculina y con ello determinar el tratamiento más adecuado para la pareja.

Al margen, si los resultados del seminograma muestran anomalías es recomendable realizar pruebas adicionales para determinar dónde puede estar el origen y la causa de la infertilidad.