HCG es la abreviatura de Human Chorionic Gonadotropin (Gonadotropina coriónica humana). Se trata de una glicoproteína producida por las células del trofoblasto embrionario (“futura placenta”) y secretada al sistema sanguíneo materno de forma creciente durante el primer trimestre del embarazo. Por esta razón es conocida como la hormona del embarazo, pues su detección permite la confirmación del mismo.
Como todas las glicoproteínas consta de dos subunidades: la a-HCG (alfa-HCG) y la β-HCG (Beta-HCG). Y es ésta última la que se determina en los análisis de embarazo.
Los niveles de esta hormona pueden medirse en orina (con un test convencional que compramos en la farmacia) y en sangre, siendo más precisa esta última, pues podemos detectar niveles tan bajos como de 5 UI/ml.
Si el valor es positivo pero bajo, se repite el análisis a las 48 horas y se comprueba que se ha doblado el valor para asegurar que realmente hay embarazo y que evoluciona adecuadamente.
Si el resultado de la β-HCG ha sido positivo, se programa la primera ecografía para confirmar no sólo que hay un embarazo, sino que la evolución del mismo es correcta.
Sabemos lo dura que es la “beta espera” (período que pasa entre la transferencia embrionaria y la esperada fecha de la prueba de embarazo) y para que los últimos minutos no se hagan eternos, en Reproducción Bilbao, disponemos de un analizador automático para conocer el resultado en apenas 10-15 minutos.
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