En estas fechas de verano en la que nuestros pacientes están planificando viajes, cuyo destino se encuentra en países con riesgo epidemiológico de infección por el virus Zika (http://www.cdc.gov/zika) es útil seguir una serie de recomendaciones preventivas.
El virus Zika, que actualmente está causando un brote en curso en América, el Caribe y el Pacífico, puede transmitirse a los humanos por la picadura de un mosquito Aedes infectado, pero también por contacto sexual, productos sanguíneos y trasplante de órganos o tejidos.
La transmisión materno-fetal se ha asociado a malformaciones en el recién nacido, que incluyen defectos en el desarrollo neurológico (Microcefalia, Síndrome Guillain-Barré), oculares y auditivos. Tal transmisión se puede producir en cualquier momento del embarazo. No se dispone de terapia antiviral específica para esta enfermedad. El tratamiento generalmente es de soporte y debe incluir el descanso e hidratación, así como el uso de analgésicos.
Diferentes estudios avalan un tropismo (“predilección” del virus por ciertas áreas) del virus Zika por el tracto genital tanto femenino como masculino. Ello genera cierta incertidumbre sobre si la presencia prolongada del virus tendría alguna repercusión sobre la fertilidad.
Para evitar la posible transmisión de la infección por el virus Zika, la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), el Centro para el Control de Enfermedades (CDC), el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han emitido recomendaciones tanto para mujeres embarazadas como para mujeres o parejas en disposición de embarazarse (sea mediante reproducción natural como asistida) y posibles donantes de gametos.
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